unca pensaría que a mis 77 años tendría que escribir algo así. Mi yerno, a sus 44 años y 20 de experiencia como docente, se ha presentado por primera vez a las oposiciones de inglés de secundaria. Tuvo la suerte de que le tocara un tema que domina a la perfección: "Evolución política, social y económica de Estados Unidos desde 1945", ya que hizo un máster de dos años en Historia de Estados Unidos y ha estado otros dos años en un colegio de estadounidense precisamente como profesor de Historia de ese país. Bueno, pues cuál ha sido nuestra sorpresa cuando, no solo no ha sacado una buena nota, sino que ha suspendido (o lo han suspendido).

En mi familia no estábamos familiarizados con este sistema de oposiciones, pero ahora sí que todos y todas tenemos "un máster" en ello. Para la gente que no lo sepa. La primera prueba consiste en dos ejercicios, en el primero un tema a desarrollar y en el segundo una prueba de inglés.

Para empezar, no hay ningún temario oficial, con lo cual no sabes qué espera el tribunal de ti en temas tan amplios como por ejemplo el que eligió mi yerno. Y para continuar, en el segundo ejercicio ¿se les hace un examen de inglés a gente que ha estudiado una Filología Inglesa? (por cierto, de 78 solo aprobaron 4).

Yo ya peino canas, pero creo que sentido común no me falta y me pregunto:

1.- ¿No sería más justo que si de 69 temas piden desarrollar uno, se publicaran los 69 temas y así ya se sabría exactamente qué es lo que quieren que "vomiten"? ¿O preguntarán de todos los temas en forma de test?

Y 2.- Si realmente el objetivo de estas oposiciones es dar con los/las mejores profesoras/es para el sistema público, ¿no sería más lógico y razonable que en el segundo ejercicio les preguntaran realmente un caso práctico como "cómo harías tal tema atractivo e interesante a tu alumnado" o "cómo explicarías tal concepto a un adolescente con x discapacidad/dificultad?". He de confesar que para mí lo más fiable sería verlos y verlas trabajar en el aula, pero entiendo que eso no es factible.

Francamente, he sido siempre defensora de la educación pública de calidad y creo que con este sistema tan anacrónico nos estamos dejando mucha gente válida por el camino.

Por otro lado, me quedo perpleja de que vuelvan a quedar plazas vacantes (en las del 2018 también debieron de quedar). Con todo el dinero que nos cuesta convocar unas oposiciones, ¿de verdad que de entre 78 profesionales que se han presentado no son aptos más que 19 y quedan vacantes 8 (por ahora, ya que la cosa puede empeorar después de la prueba que les queda)?

Y por último, no sé cómo las personas que están en el tribunal (gente que ha pasado por el mismo proceso) pueden dormir con la conciencia tranquila sabiendo todo el esfuerzo y sacrificio que hay detrás de cada opositor/a y aun así son capaces de hacer estas escabechinas.

Por lo tanto, insto a quien competa que revisen de una vez la manera de articular estas oposiciones de secundaria. Ningún sistema probablemente será perfecto, pero seguro que entre tanto funcionariado "todopoderoso" algo se les podría ocurrir si pusieran un poco de empeño.

Como he dicho anteriormente, este sistema no garantiza que las mejores profesoras y profesores se queden en el sistema público. Y así nos va como nos va. Luchemos por un sistema educativo público de calidad.

Creo que con este sistema tan anacrónico nos estamos dejando mucha gente válida por el camino