Tanto el programa para el reparto de vacunas en el mundo propiciado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) como el programa mundial de reparto de vacunas llamado covax ayudará a los países empobrecidos.Kenia es uno de los países que más golpe ha sufrido en los planes de vacunación porque la India, el mayor fabricante de vacunas del mundo, frena las exportaciones para satisfacer la demanda interna. Pero el hecho de prohibirse la exportación de la India significa que el segundo bloque de tres millones de dosis para junio no había llegado. Desde Kenia y Ghana, hasta Bangladesh e Indonesia, los países pobres que dependen del covax no han podido vacunarse y han tenido que detener la campaña y retrasar las segundas vacunas a causa de estas exportaciones que se paralizan. Se llegó a un acuerdo desde el covax para el reparto igualitario de las vacunas, pero no fue así. Los países ricos compraron más vacunas que los pobres.Uno de los temas prioritarios de la cumbre del G-7 fue abordar la recuperación económica tras la covid y el reparto de vacunas a los países más pobres. Las firmas farmacéuticas obtienen pingües beneficios, no así la gente más pobre que no puede vacunarse. Mucha gente morirá por falta de vacunas pudiéndose haber evitado.Los países ricos donarán dos mil millones de vacunas a estos países. Muchas organizaciones han levantado la voz en todo el mundo porque es insuficiente. Eso es un fracaso moral y ético imperdonable. El exprimer ministro británico Gordon Brown criticó la poca ayuda que se da a los países empobrecidos. Comentó que se pagaría dos tercios de los 66.000 millones de dólares necesarios para un programa global de vacunación integral. Luchemos todos para que tengamos todos unas vacunas gratis.