Desde hace un tiempo, en nuestra provincia, existen serias dificultades para la contratación de profesionales médicos en el primer nivel de nuestra asistencia, que comprende la Medicina Familiar. Por tanto, no siempre es posible la suplencia de plazas cuando resulta necesario en horarios de jornada laboral y, en consecuencia, también existen apuros para la cobertura de la atención continuada, es decir, el espacio que comprende las tardes y las noches de cada día. Esta es una situación conocida hace años que, lejos de solventarse, se ha agravado en los últimos tiempos.En Navarra, según un estudio del Consejo General de Colegios de Médicos publicado en 2018, la edad media de los médicos era de 48,61 años y la proporción de médicos con edades superiores a 55 años era del 38,8%. El número de jubilaciones previstas para los próximos diez años supone el 41% de los facultativos actuales en plantilla. Además, resta por contabilizar a los médicos que han potado por jubilarse anticipadamente y a quienes pueden hallarse en situación de baja laboral.También es conocido que, en el año 2019, de los 27 médicos que finalizaron su formación en Medicina de Familia, solo se quedaron en la provincia 7; y en el año 2020, solo se quedaron 12 de los 20 que finalizaron su formación.Estas son solo unas reseñas que, entre otras, deben atenderse con especial interés por los directivos de cualquier empresa que se precie, por cuanto indican precariedad en la plantilla de trabajadores.Cuando menos, resulta chocante que haya transcurrido tan largo tiempo sin lograr una mejora que garantice la cobertura de las plazas que se requieren, especialmente si se conoce que Inspección de Trabajo, en su informe de 10 de diciembre de 2019, indicó al Servicio Navarro de Salud la necesidad de realizar propuestas correctoras en materia de Seguridad y Salud. Además, el Sindicato Médico de Navarra, firmó en diciembre de 2019 un acuerdo con el Departamento de Salud, avalado por la consejera, que contenía actuaciones y medidas concretas para mejorar las condiciones laborales.Puedo afirmar, sin ningún temor a equivocarme, que esta situación es debida a la inoperancia de nuestros directivos y también a las consecuencias de una malograda gestión nacional y provincial; además, vaticino como ardua la tarea por mejorar el balance comercial de nuestra economía, conocida la ineficacia, el choriceo y el interés partidista de gran parte de nuestros directivos nacionales y provinciales, como consecuencia de un sistema político caduco.En definitiva, la falta de previsión, la desidia, el partidismo y la nulidad son algunos adjetivos que definen bien a no pocos gobernantes, incapaces de gestionar con eficiencia y muy capacitados para continuar engrosando el endeudamiento insostenible que, con seguridad, nos pasará factura.Para finalizar, es sabido que buen número de quienes ostentan cargos administrativos son también médicos de profesión, que nunca se han ofrecido a paliar, al menos de forma temporal, las carencias que nos asisten.