Es ya un hecho reconocido por expertos, políticos y sociedad en general que la pandemia que estamos sufriendo no ha hecho otra cosa que poner en evidencia los problemas ya existentes en la Atención Primaria. Y la Pediatría no es una excepción. Tiene problemas (ni mayores ni menores) pero específicos. Y lo más preocupante de esto es que quienes deberían poner las herramientas para la solución al problema no parecen tener la más mínima idea de cómo abordarlo. La Pediatría de Atención Primaria (la atención a la población infantojuvenil de nuestro país), no existe para nuestros mandatarios, ni siquiera en los planes, proyectos o documentos de propuestas de solución para la Atención Primaria. Así lo han denunciado la Asociación Española de Pediatría (AEP), la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) y la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) ante el Plan presentado por el Ministerio. En nuestra Comunidad foral, la Asociación Navarra de Pediatría (ANPE), que tiene -?entre otras funciones-? el compromiso de valorar la situación real de la asistencia a la población infantojuvenil y que viene colaborando con las autoridades sanitarias forales aportando propuestas y sugerencias con los distintos gobiernos desde hace casi dos décadas; en estos últimos 4 años y con dos gobiernos diferentes, estamos advirtiendo del deterioro que se está produciendo, hemos realizado propuestas de distinto alcance para corregirlo, recibiendo como respuesta la omisión total en el documento Reto de Primaria que el Departamento lleva un año elaborando. Queremos llamar la atención de las madres y padres de nuestros pacientes, por la existencia de un riesgo real de desaparición del modelo de atención pediátrica en el primer nivel del sistema sanitario, eje principal del mismo y que ha demostrado su capacidad resolutiva y eficiencia para el propio sistema y para la población. Los niños/as tienen derecho a la mejor atención sanitaria disponible y la ausencia de esta especialidad del primer nivel asistencial generaría inequidad y barreras al acceso a la salud de los niños/as y adolescentes. Barreras que serán más importantes en las familias con menos recursos, aquellas que no pueden costearse acceder a los especialistas en Pediatría fuera de la sanidad pública. Todo ello conllevaría un deterioro en los indicadores de salud de la población infantojuvenil. Y no olvidemos que la base de la salud en el adulto es la prevención en la infancia. Nos alarma y debería preocupar a las familias navarras comprobar cómo el plan (Reto de la Atención Primaria) que se presentó en el Parlamento hace escasos días, se "olvida" de citar a la pediatría y enfermería pediátrica a la hora de realizar intervenciones concretas. Como pediatras sólo queremos, en este momento, que se abra una línea (pero de acción) específica para la Pediatría. Acabemos por favor con las ya agotadas declaraciones de intenciones y pasemos a los hechos.