Hoy asistimos a hechos que colman nuestra paciencia. Los impuestos cada vez son más numerosos. Con el precio de la electricidad, se están cargando la cuenta de resultados de la gran industria. Con la subida del precio de los carburantes, van a conseguir que el sector del transporte ¡explote! y con el desorbitado precio del gas, nos estamos ahogando. Me comentaba un buen amigo, que dada la situación que atravesamos, se acostaba preocupado, se levantaba cabreado, y pasaba todo el día de muy mala leche, y es que no es para menos, pues la opinión pública, está demostrando que tiene más paciencia que el Santo Job. Nos hablan de cosas superfluas y absurdas, como por ejemplo, que un hombre puede ir al juzgado, y basta con que diga que quiere ser mujer, para que se lo certifiquen así. Hay otros varios proyectos que por pudor no citaré. Por si todo esto fuera poco, vivimos un momento muy delicado, según nos informan, ante el riesgo de una tercera guerra mundial, Dios no lo quiera, por ello hacemos votos, para los que manejan a nuestro planeta, tengan más paciencia que el Santo Job.