Es un placer ver cómo ahora se juega a remonte en casi todos los frontones en los cuales se puede utilizar nuestra modalidad de la pelota, digo nuestra porque nació aquí, en la calle San Agustín de Pamplona, en nuestro frontón, pues todos los pueblos del País Vasco tienen su frontón como tienen su iglesia. 

Este era el mejor frontón del mundo, sobre todo para el remonte, tenía el frontis donde sonaba la pelota mejor que en ningún sitio. Aquí se hicieron famosas figuras del remonte, Ábrego, Elizalde, Arbizu, Etxenike, Raúl, por nombrar algunos. Unos venían de los pueblos y otros nacieron cerca del frontón, también se utilizó para cine, boxeo, danzaris y pelota a mano. Aquí jugaron Atano III, Gallastegui, Atano X, Soroa, etcétera, campeonato navarro de aficionados con los hermanos Arbizu, Dufur, Ezponda y demás, campeonatos de remonte, Rodríguez, Reclusa, Mina, Echavarren, varios años campeones de España. 

La pala también utilizó el Euskal con Catachú Bolico, Jadraque, Sarobe, López, Pello Baleztena… 

El remonte tuvo su escuela de la cual salieron Elgorriaga, Erro, Enciso… Pero una deficiente administración dejaba claro que el Euskal iba a menos, entonces se construyó el Euskal Jai Berri y el remonte continuó bastante bien a pesar de estar lejos de la ciudad. El Euskal se cerró, se abandonó, se desmochó y se okupó, nadie tuvo la valentía ni siquiera para hacer un frontón corto y otro pequeño para los chavales. Entonces apareció una sacerdotisa con vara de mando que después de hacer un chandrío en la plaza del Castillo dijo que en el Euskal había que hacer una piscina. Hubo infinidad de protestas y manifestaciones por miles de pamploneses, pero las pelotas de goma ganaron a las de remonte y el frontis del Euskal Jai, cuna y alma del remonte, se destruyó y fue a la chatarra. No sabemos si la sacerdotisa se bañó en la piscina, sí se sabe que le llamaron al teléfono y desapareció, no sin dejar Pamplona cubierta de gris.

Menos mal que unas personas que conocen esta forma de jugar a pelota, con tesón y entusiasmo y la colaboración de magníficos pelotaris como Ezcurdia, Urriza y otros igual de buenos, han hecho que el remonte se pueda ver y practicar en casi todos los frontones de los pueblos de nuestra querida Nabarra.