La curiosidad y la actitud crítica es uno de los objetivos superiores de la enseñanza de las Ciencias. En educación dibujan su visión con el fortalecimiento de las bases de la alfabetización científica. Como bien dice la teoría (según el discurso bien aprendido), orientamos al alumnado hacia el conocimiento de su cuerpo y su entorno, el mantenimiento y mejora de su salud, el desarrollo de su capacidad para adoptar actitudes críticas y responsables, el fomento del consumo responsable, el sentirse parte del medio ambiente y actuar con responsabilidad y compromiso, el respeto a lo que nos rodea.

En una sociedad que pretende ser pionera en las Ciencias, el Departamento de Educación de Navarra está imponiendo al modelo D una progresiva reducción de las horas científicas, por lo que, consciente o inconscientemente, se menosprecia el pensamiento científico y crítico.

En el currículum las asignaturas entran y salen de vez en cuando. El euskera es la lengua que vertebra la educación en el modelo D. Esto hace que el alumnado pierda horas académicas de otras materias en la ESO (optativas) y que en Bachillerato hagan 4 horas lectivas más a la semana. A pesar de haber elegido un itinerario científico en 4º de ESO, Biología-Geología y Física-Química ha sido incluida dentro de estas optativas. El alumnado que opta por un itinerario científico en Bachillerato tiene que trabajar muy duro para adquirir un nivel adecuado de conocimientos (en la pasada LOGSE, estas materias pasaron de 4 a 3 horas en 4 de ESO), y hoy en día, con esta nueva ley, su esfuerzo deberá ser aún mayor, ya que en el último año de la etapa de ESO, en vez de recibir 3 horas semanales, pasarán a recibir 2 horas.

Sin embargo, no creáis que esta desventaja amedrenta a nuestro alumnado, ya que realizan la prueba de evaluación externa y las Pruebas de Acceso a la Universidad, del mismo nivel que las del modelo A, G, y con los mismos niveles de exigencia de conocimientos. Cuando se valoran los resultados de estas pruebas no se hace ninguna distinción entre los resultados de los alumnos del modelo D y del resto de modelos, aunque los alumnos del modelo D tienen menos horas de Ciencias en 4º de ESO.

La ciencia es la forma natural de pensar que usamos desde muy pequeños. Somos una especie exploradora por naturaleza y queremos construir una sociedad que se oponga a informaciones parciales, incompletas o falsas. ¿O no es así?

El carácter científico de la educación contribuye a sensibilizar, investigar, experimentar, buscar información, comparar, generar preguntas, mostrar, demostrar, contrastar, individual o cooperativamente, el espíritu creativo y emprendedor entre el alumnado.

Algunas personas podrían pensar que el discurso antes citado no es cómodo, que es innovador y que se basa en hechos, que actúa incansablemente contra las mentiras, empeñado en la búsqueda de la verdad. ¿No son éstas las competencias fundamentales para la vida que busca la educación?

¿Cuál será el nivel de competencias clave definidas en el perfil de salida de nuestro alumnado al finalizar la enseñanza básica? La LOMLOE supone una reducción de las horas de ciencia en Secundaria. Ante la medida que el Departamento de Educación de Navarra da por aprobada por el momento, debemos manifestar nuestra total discrepancia colectiva por tratarse de una discriminación que afecta directamente al sistema educativo del modelo D.

No solo saldrían perdiendo las áreas científicas, sino también otras áreas, como también en su día salimos perdiendo tras los recortes del pasado y si no hacemos nada, se debilitarán las diferentes trayectorias (Científica y Humanístico-Económica).

La solución al problema es tan factible como sencilla. La LOMLOE dice que hay que tomar 3 optativas, no 2. En otras comunidades con lengua propia (Galicia, País Vasco, Cataluña...), han bajado una hora las asignaturas comunes (castellano, mate y euskera) y han sacado de ahí las 3 horas necesarias para hacer las 3 optativas. ¿Por qué no tomar el mismo camino?

Tanto las vocaciones científicas como la igualdad del conocimiento deben ser defendidas incansablemente en nombre del “Skolae lingüístico”, o en nombre de la “homeostasia educativa”. Al fin y al cabo no es una cuestión de igualdad, sino de equidad, porque los modelos no partimos de la misma realidad educativa ni de lejos. l

La autora escribe en representación del Departamento de Biología y Geología de Askatasuna BHI