Mentiroso compulsivo fue una película de 1997 protagonizada por el actor Jim Carrey. Se trataba de la historia de un abogado ambicioso y sin escrúpulos que utilizaba la mentira como medio habitual de trabajo. Su hijo de 5 años, harto de las promesas incumplidas, pide un deseo en el día de su cumpleaños, que su padre no pueda mentir durante 24 horas.

Pues bien, si ahora se quisiera hacer la película Mentiroso compulsivo II, no es necesario buscar un actor. Tenemos un presidente del Gobierno que el papel le viene al pelo, pero el argumento cambiaría un poco, sería el de un presidente ambicioso y sin escrúpulos que utiliza la mentira como medio habitual de trabajo.

Durante la película diría cosas como éstas: "Con Bildu no vamos a pactar, si quieres se lo digo cinco o veinte veces", "El independentismo no puede ser aliado nuestro ni para una moción de censura". "Ni antes ni después el PSOE gobernará con populismos, yo sería presidente y no podría dormir por las noches", "Nunca más indultos por motivos políticos", etcétera, etcétera.

Y las que vendrán...

En su día un socialista le dijo al PP "nos merecemos un gobierno que no nos mienta", pues eso, a ver si toman nota ellos y los ciudadanos en las próximas elecciones.