“…te vencerá porque te llevará a sus argumentos”. Después de las categóricas declaraciones de Sánchez afirmando que España es un estado de derecho consolidado, el sainete provocado por la justicia española para la renovación de sus órganos fundamentales ponen en evidencia que a los jueces españoles hay que explicarles con paciencia el significado de Proverbios 26:4 evitando interpretar la Constitución a su antojo llenándose la boca citándola de modélica para el mundo entero. 

Los enredos entre conservadores y progresistas, el desparpajo que muestra el TC que se atreve a impedir al Parlamento donde reside la soberanía del pueblo, por tanto, el máximo órgano de representación de la soberanía ciudadana, a ejercer el derecho inalienable de emitir su voto. Es deber imperioso del ejecutivo de Sánchez, la presidencia de las Cortes y el rey Felipe reaccionar fulminante y contundentemente destituyendo y procesando a los miembros del TC y el CGPJ que han obstaculizado la soberanía popular, pues tiene toda la apariencia de un golpe de Estado. Uno más de los que han popularizado la historia de España que incluso constituye la denominación judicial de esta “modalidad de acceso al poder” en otros países. 

La cita de Proverbios debería ser cuidadosamente analizada por los catalanes, pues el president en su saludo de fin de año invocaba la esperanza de celebrar un referéndum de autodeterminación en este año 2023. A Sánchez le ha faltado tiempo para responderle con esa ironía del prepotente, que “el referéndum no se celebrará”. Argumenta que el contencioso con Catalunya se está solucionando porque la autodeterminación no se contempla en la Constitución. Entonces, ¿para qué convoca la mesa de negociación? ¿para prohibir el nacionalismo catalán? Y ¿cómo? ¿Quizá con otro 155 o enviando a los piolines?

Porque lo que constituye una necedad es exigir que los catalanes dejen de sentirse patriotas y abandonen su voluntad reiteradamente expresada en múltiples acontecimientos históricos de constituir una nación independiente.