Es 1976 cuando se termina la Variante, ahora avenida de Navarra, y es en su mes de octubre cuando la Diputación de Amadeo Marco “no considera conveniente construir el paso subterráneo que solicita el barrio de San Jorge-Sanduzelai”.

Fueron ocho meses de protestas vecinales no aceptando que una avenida de Navarra, que divide al barrio, se pudiera comunicar con pasos peatonales y semafóricos, a la vista del peligro que supondrían los 10.000 vehículos diarios de paso previstos.

En un intento de “solución chapuza” para un cruce con mucho movimiento peatonal, la Diputación acuerda la construcción de dos pasarelas elevadas. Los intentos de la empresa por hacer los agujeros de cimentación fueron inútiles, pues con la misma rapidez los vecinos/as los rellenábamos.

Finalmente, después de asambleas, manifestaciones y barricadas, encargaron el proyecto de solución subterránea en junio del 78 y fue en octubre de 1980 cuando inauguramos, con una fiesta, el actual y dichoso paso subterráneo.

En la actualidad unos 40.000 vehículos pasan por el cruce de la avenida de Navarra con la avenida de San Jorge, y es ahí donde este Ayuntamiento pretende solucionar los problemas de comunicación y movilidad entre las zonas en que se divide el barrio, por medio de “pasos peatonales” y “semáforos”, todo al mismo nivel que coches, camiones, etcétera.

¿Han reflexionado que unos 450 críos cruzan cuatro veces al día esa avenida de Navarra para acceder a los dos colegios públicos? ¿Se han parado a pensar que los críos son movimiento, energía natural y poca reflexión, que no calculan bien el movimiento de los coches, que viven en su mundo? ¿Tendrán que ir siempre de la mano de sus mayores al colegio o al parque?

Es una barbaridad no reflexionar sobre las criaturas, las más indefensas, y condicionar su vida a las justas reivindicaciones de las personas con dificultades motoras para las que las rampas actuales del subterráneo son una auténtica barrera.

Las dos exigencias son compatibles y debemos mantener el principio de eliminar los espacios de encuentro de peatones y vehículos (pasos peatonales) con un tráfico tan elevado. Después de 44 años no ha habido ningún peatón accidentado.

Hay alternativas y lo que actualmente está pidiendo el barrio de Sanduzelai al Ayuntamiento es que encargue un estudio para encontrar una solución integral al problema de movilidad sin riesgo para las personas. Solución que contemple la disminución del tráfico, que priorice al peatón frente al coche, que permeabilice la zona para que podamos comunicarnos sin contacto con vehículos veloces, motorizados, sin peligro y sin la barrera que suponen las rampas actuales del subterráneo para cientos de personas mayores, para personas imposibilitadas en silla de ruedas, que todos los días las sufren para ir a la compra, ir al centro de salud, a civivox o a donde sea.

En este caso la solución del Ayuntamiento de pasos peatonales hace buena la frase de “peor el remedio que la enfermedad”. Si no saben hacerlo mejor… ¡déjennos tranquilos, no lo estropeen! Otros ya lo harán.

El autor escribe en representación de la Asociación Vecinal San Jorge-Sanduzelai Auzo Elkartea