Nunca está de más ser agradecido. Por ello, desde el fondo de mi ser quiero fomentar, arropar, contemplar, mimar e incluso acariciar tan alegre profesión, la del transporte de mercancías por carretera. Nunca pensé que a lo largo de mi vida pudiera estar tan complacido ante tal esfuerzo que a la postre me ha dado innumerables satisfacciones, las cuales nunca podré devolver. Han sido tantos años dedicados a tan maravillosa ejecución que cada vez que pienso en el fin de mi vida laboral me parece un fascículo que destroza cualquier interpretación de mi vida emocional, a tal punto que siento un vacío que nunca podré recomponer. Pero todo en la vida tiene un principio y un fin, y debemos darnos cuenta de que ahora llega una generación apasionante, llena de frescura, con ideas diferentes y, sobre todo, con una energía difícilmente catalogable, que por supuesto todos deberíamos de arropar. Parece tarea ardua, pero la juventud puede con todo.

Desde mi humilde posición de autónomo y a la vez conductor profesional, os invito a vosotros los jóvenes, quienes tenéis que decidir el devenir de nuestro país y nuestra comunidad autónoma, a enfrentaros a todo y a todos los que están atacando el bienestar de la gente que tanto ha luchado por mantener una vida digna. Al final, los que decidimos nuestro futuro somos nosotros y ser autónomo y profesional del transporte es un orgullo que nunca nos podrán arrebatar. Incluso habiendo superado toda clase de trabas que difícilmente se pueden entender, solo puedo decir que si a día de hoy tuviera una segunda oportunidad y la vida me deleitara con una edad sumamente joven, no tendría ninguna duda, volvería a ser conductor profesional y, por supuesto, autónomo. Gracias profesión, por haber hecho de mí lo que realmente soy. 

*Vicepresidente de TRADISNA