Tengo que reconocer que el impulso a escribir es irresistible, narrar recuerdos, anécdotas, sucedidos años ha, no puedo evitarlo. En especial cuando leo cada día DIARIO DE NOTICIAS al que estoy sumamente agradecido por su acogida.

El pasado 12 de febrero, en el apartado ¿Sabía que…? mencionaban el estreno de la película Drácula protagonizada por Bela Lugosi en la década de los cuarenta.

Los cinéfilos recordamos los sesenta, el desaparecido cine Avenida frente a la iglesia de San Ignacio de Iruña. Se proyectaban filmes para todos los gustos. En las citadas fechas, se hicieron versiones más modernas del citado vampiro interpretado por el actor inglés Cristopher Lee. Impresionaba. 

La anécdota es inolvidable. En la programación de televisión apareció el bueno de Arguiñano, genial cocinero y gran conversador. Pues bien, el amigo Carlos contó una tarde que el citado actor (Lee) entró en su restaurante a comer. La gente, cuando lo reconocían, se apartaban espantados, como si temieran que se lanzara al cuello de alguien.

El cine es para pasar el rato agradable, depende del guión. Algunos dejan al espectador recuerdos de lo visto en pantalla. Lo relatado por Carlos evidencia las consecuencias. Posteriormente, la presencia del citado en La guerra de las galaxias desempeñando un papel secundario, se hacía notar.

Por muchos lustros que hayan transcurrido, los recuerdos vuelven recreando en la memoria el pasado, algunos detalles, a día de hoy parecerían increíbles.