Sumergido entre un mundo de pasillos, salas y despachos. De carritos de aquí para allá, de goteros con pequeñas ruedas y camillas. De máquinas y aparatos sofisticados. De más pasillos y de más despachos de tonos claros. Rodeado de gentes con batas de diferentes de colores que van y que vienen atareadas, ordenadas, no tengo más remedio que pensar ¿todo este lío es por mí? Este mogollón de medios y de gentes ¿es porque yo estoy enfermo?... y me siento abrumado. Yo soy un ciudadano normalico, de apellidos que no acaban en “…. de tal y de cual”. Mi mérito, y mi suerte, solo ha sido nacer en este lugar.

 Un día apareció un bultico en el cuello. ¿Qué será esto? Me atendió mi médica de familia, la del pueblo. Me recibieron en urgencias y me hospitalizaron. Me hicieron todas las pruebas y exámenes que imaginar podáis. Análisis, exploraciones, escáneres, biopsias, PET. Especialistas de interna, otorrino, higienistas bucales, oncóloga, radióloga, logopedia y se me ofreció el servicio de psicología oncológica que no consideré necesario. Un tumor en la laringe, muchas sesiones de quimio y de radio por delante. A mitad del tratamiento, y antes y al margen del resultado, quiero agradecer todo este despliegue, dar las gracias a todas las instituciones y personas que participan en él. No es posible ser más profesionales, más eficientes ni más agradables. Y no puedo evitar pensar, quien se queje de la sanidad en Navarra, debiera revisar su escala de valores. Los que su familia le transmitió de crío, sí. Esos. Seguramente no le explicaron que nació en la orilla buena. No le hicieron ver que vino a caer en una sociedad solidaria y no en otra, no en casi todo el resto del mundo. No le dijeron que quien le regala un caramelo es porque quiere hacerlo, no porque tenga ninguna obligación con él. Y que es de buena educación dar las gracias. No asimiló que de nuestros sufrimientos solemos tener la culpa nosotros y no el sistema.

Yo doy las gracias a todas y a todos los trabajadores, a los que no veo, administrativos, técnicos y demás, y a los que les ves la cara; gracias a las auxiliares que hacen que todo esté inmaculado y funcione bien; gracias a las enfermeras que te atienden con esa empatía y cariño como si fueran tus amigas. Gracias a las médicas que además de su exquisita atención demuestran una profesionalidad increíble. Por cierto, hablo en femenino porque hasta hoy no era consciente de que este mundo de la salud estuviera tan feminizado.

Eskerrikasko, sistemaren parte diren guztiei. Harro egon behar dugu bizitzako bideak zuekin ibili behar ditugunok. Eskertzekoa baita. Bidai honetan zuekin topatu garen guztiok. Eskertzekoa baita. 

Eskerrikasko Osasunbidea eta eskerrikasko Nafarroa.

Gaur egun garrantsitzuena; osasuna.