Acaban de aumentar las viviendas previstas para el nuevo Etxabakoitz de 9.000 a más de 12.000, la mitad para protección oficial. Con un buen planteamiento urbanístico y medioambiental, teniendo en cuenta que la zona es potencialmente inundable, podría venir muy bien para abaratar uno de los suelos más caros del país. Por otro lado, el tráfico sigue aumentando año tras año, en línea con una población comarcal que ya supera los 365.000. Tampoco ayuda que el uso del vehículo privado haya ido creciendo también, quitándole cuota de viajeros al transporte público. Con un nuevo barrio de este tamaño los problemas de congestión y aparcamiento tienen todas las de ir a peor. Quizás las quejas en periódicos sobre el empeoramiento del servicio de villavesas o de las condiciones laborales de sus empleados tengan algo que ver con esa pérdida de viajeros frente al coche. Quizás, en ese caso, no ilusione demasiado un contrato de más de 550 millones por los próximos 10 años con poca expectativa de cambio respecto a los anteriores.

Es posible que la comarca haya llegado a los límites de calidad y eficiencia de su transporte urbano y, sin un compromiso serio, poco va a cambiar. Otras ciudades europeas similares o más pequeñas cuentan con mejores sistemas mixtos de carriles bici, autobuses, tranvías, ferrocarril e incluso metros. Vitoria-Gasteiz mismamente cumple 15 años de su línea de tranvía y, curiosamente, nuestra línea 4 la supera año tras año en número de viajeros. Son más de 8 millones de pasajeros en 2023, uno de cada cuatro pasajeros de villavesas.

Hace casi 20 años se planteó la construcción de un tranvía en Pamplona que recorriera la línea 4 y bifurcara en el Seminario hacía Sarriguren y en Iturrama hasta Zizur (línea 18). Hoy por hoy estas líneas superan los 11 millones de viajeros, pero los nuevos barrios de Erripagaña y Etxabakoitz, junto con la nueva y alejada estación de tren, apuntan a una demanda mucho mayor. La crisis tumbó la idea entonces, pero ¿qué habría de tumbarla hoy?

Es probable que un tranvía o metro no sean la solución a nuestros problemas, como tampoco lo son los carriles bici en solitario. Sin embargo, un replanteamiento de la movilidad en la comarca de Pamplona, que atienda a demandas actuales y futuras, sí debería ser un buen comienzo. Como ya se dijo antes en este diario, por un transporte urbano de calidad y sin retrasos.