A menudo los psicólogos califican varios tipos de atracción: romántica, sentimental, sexual, estética e intelectual y siempre son relaciones contemplativas por separado. Desde el punto de vista de la psicología una persona puede sentir atracción sexual por otra y querer una relación romántica con otra persona. Está teoría aceptada es injusta, es una percepción de las relaciones sociales y de la dignidad personal con un trato desigual y piramidal.

Cuando conocemos a una persona, por sentido común, las personas sentimos todos estos factores en una persona, la persona con la que deseamos estar y la persona que amamos para tener una relación romántica, seria, lógica y respetuosa. Cuando vemos a una persona como un objeto es una falta de respeto, cuando utilizamos a una persona que nos ama o nos aprovechamos de su situación entonces es un maltrato.

Es importante recordar, concienciarse y saber que el dolor ajeno es un acto doloso y parece ser que con estos datos argumentativos sobre relaciones los estudiosos de la psicología y profesionales carecen de empatía porque catalogar a una persona en un tipo de relación por su personalidad, físico e intelecto es una crueldad innecesaria. A mí me gusta amar y que me amen en todas mis facetas. ¿A quién no?