Algunas personas te dicen que antes también hacía calor, pero no llegábamos a 44 grados como ayer el pasado domingo en mi ciudad natal, San Sebastián-Donostia. Se recuerda que en los años cincuenta hubo algún año excepcional.
Soy de 1953. Recuerdo que íbamos a la playa con 23 grados y, algún día que subía la temperatura algo más, se desataba una galerna que llegabas a casa empapada.
Ahora les llaman olas de calor cuando va a hacer estas elevadas temperaturas cada vez más frecuentes debido a los excesos que hemos cometido: exceso de contaminación, uso del agua desmedido, etcétera. Vamos, que un tercio de la población hemos esquilmado todos los recursos del planeta y lo hemos maltratado. Y creo que ya no tiene remedio.
La subida del nivel del mar es un hecho, yo no he conocido antes el paseo de la Concha y el de Ondarreta inundado y hace siete años los vi.
El paseo Nuevo con los años desaparecerá, una pena. En aras de la llamada sociedad del bienestar estamos haciendo estragos con todo.