A los 70 años recibir mi primer y seguramente único premio literario es un honor indescriptible.

Mi agradecimiento a la Sociedad Navarra de Geriatría y Gerontología por haberme otorgado el accésit único del Premio Tomás Belzunegui 2024 en la modalidad senior.

Se han ido enlazando eslabones para llegar a este galardón.

Cruz Roja, por su labor con las personas mayores es loable, nos facilita salas para dar cursos y socializar.

Taller de escritura dirigido por el voluntario José Luis Abad, nuestro jefe como le llama nuestra entrañable compañera Libertad. Gracias a sus enseñanzas en el taller de escritura todos los miércoles y su actitud de participación en concursos, me animaron a escribir el relato, revisado y comentado en el taller.

Es un premio compartido con mis queridos compañeros del taller y un reconocimiento a Cruz Roja que nos permite espacios a las personas mayores.

Este premio supone muchísimo para mí, el recuerdo imborrable de mi querida abuela, mi infancia y mi pueblo Milagro.

Mi gratitud a la Sociedad Navarra de Geriatría y Gerontología en la gran labor del doctor Belzunegui, y un recuerdo muy especial a su compañero de profesión doctor Joaquín Peñalva, de Milagro, dos grandes médicos que en 1980 crearon la unidad de geriatría en el Hospital de Navarra.

La vejez es un periodo duro de la vida, así lo apreciaron estos dos médicos sublimes creando esa unidad de mayores. Es en la vejez cuando los achaques de salud son más frecuentes, contar con esas unidades nos da seguridad.

Con esfuerzo los mayores podemos seguir aprendiendo y dar rienda suelta a nuestras aficiones, como por ejemplo la escritura, oculta en nuestros cuadernos.

Agradecida y emocionada.