Esta frase se acuñó en las elecciones de Estados Unidos en la pugna entre Bill Clinton y George HW Bush y refleja la importancia de la economía en la política aunque en la mayor parte de los casos se disfrace de patriotismo, solidaridad o independencia 

Viene a cuento por la cercanía (esperemos que sea cierto) de la solución de la guerra entre Rusia y Ucrania en la que los europeos han intervenido con ingentes fondos monetarios y aportación de armas al estado ucranio y han sufrido el aumento de precios en materias primas y otros productos.

Desde el inicio de la guerra las dos potencias han usado la fuerza para producir una guerra regada con la sangre de los jóvenes que han muerto sin entender muchas veces la causa de la confrontación.

Ahora descubrimos la razón efectiva de la guerra, poner en dificultades a un país para que las dos grandes potencias puedan aprovecharse de las riquezas o de parte del país para su propio provecho, de esta forma Estados Unidos consigue tierras raras, uranio, plutonio, y Rusia una parte del país 

El epílogo del asunto es que Estados Unidos llega a un acuerdo con Rusia para repartirse  las riquezas de un país externo, lo triste del caso es que la Unión Europea ha sido el convidado de piedra de este expolio  ya que ha corrido con los gastos del banquete y sin derecho alguno porque el pescado ya está vendido 

Erasmo de Rotterdam decía “la paz más desventajosa es mejor que la guerra más justa”. 

Y Groucho Marx nos recordaba que la inteligencia militar es una contradicción en sí misma.

Como se suele decir, las naciones europeas han ejercido de pagafantas en esta aventura.