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Pepe Mújica: el legado de un político honesto

Pepe Mújica: el legado de un político honestoEFE

Hace unas horas se conocía la muerte del bueno de Pepe Mújica, la cual, por esperada, no ha dejado de producirme una profunda tristeza.

Este señor, con mayúsculas, sencillo y campechano, que llegó a ser presidente de su país, y que ejerció su cargo con vocación de servicio, merece todo mi respeto,  entre otras cosas, por su honradez, por su honestidad, y por su coherencia.

Pepe Mújica llegó a la presidencia de Uruguay en el año 2010, a la edad de 74 años, tras un pasado militante revolucionario que le hizo pasar largos años encarcelado, y nunca permitió que el ejercicio del poder le corrompiera. De suyo, siendo presidente de Uruguay, donaba, a causas humanitarias, el noventa por ciento de su sueldo y nunca, ni tan siquiera siendo el máximo mandatario de su país, dejó de vivir en su humilde casa en las afueras de Montevideo.

Todo un ejemplo en el que se tendrían que fijar el resto de los políticos, la inmensa mayoría de los cuales ejercen sus cargos sin vocación de servicio a la ciudadanía, tratando, por el contrario, de servirse del poder en beneficio propio y de los suyos. Y todo un motivo de reflexión, también, para todos los ciudadanos que permitimos que los políticos actúen de esa forma, porque no hay que olvidar que los gobernantes, si llegan a estar en el poder, es gracias a los votos de sus conciudadanos... Pero el legado de Pepe Mújica, en mi opinión, va mucho más allá de su honestidad en el ejercicio de la política.

En una sociedad en la que, con frecuencia, nos dejamos arrastrar hacia un consumismo desaforado constituye todo un referente el estilo de vida que nos ha transmitido Pepe. Esa forma sencilla de vestir, la humilde casa en la que residía con su compañera rodeados de mascotas, su viejo y destartalado coche, ese humilde jardín en el que, utilizando sus propias palabras, hace ya décadas que no se cultiva el odio… esa forma de vida en definitiva. Con todo ello Pepe Mújica nos ha mostrado la importancia del ser frente al tener y que no es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita.

Se dice de Pepe Mújica que ha sido el presidente de Gobierno más pobre del mundo pero yo no estoy de acuerdo con esa afirmación. En mi opinión, Pepe Mújica ha sido el presidente de Gobierno más rico porque la verdadera riqueza no reside en el dinero ni en los bienes materiales sino en los valores y en los principios.

¡Muchas gracias, Pepe! ¡Hasta siempre!