Superado el ecuador de San Fermín, la huelga del transporte urbano comarcal se encuentra en un escenario incierto, en el que lo único evidente es que Comité y Empresa se encuentran en posiciones enrocadas. Unas posiciones que ni la mediación última de MCP consiguió mover sustancialmente.
El comité de empresa ha aludido estos días a un posible recrudecimiento de medidas, planteando el incumplimiento de servicios mínimos, lo que supondría otro paso más en un conflicto entre empresa y plantilla, que lleva ya muchos meses de confrontación y huelga.
No se trata aquí de defender lo que haya hecho Mancomunidad en este último año al respecto en la mejora del Transporte Público (que ha sido mucho), ni de entrar ahora a los argumentos que se exponen por una y otra parte. Entendemos que el momento y la tensión promueven excesos verbales y discursos que no resisten un mínimo análisis, y deliberadamente hemos mantenido un perfil bajo para no exacerbar los ánimos
Sin embargo, seguimos pensando que ambas partes se encuentran cerca en sus planteamientos pero, tras meses de confrontación, desgraciadamente lejos en la posibilidad de entenderse. Y precisamente esta circunstancia es la que exige otro tipo de soluciones.
Mantener la huelga provocará pérdidas económicas a la empresa por el descenso de viajes, y el incumplimiento de servicios mínimos provocaría seguro también sanciones a la plantilla por parte de la empresa. En ese escenario, la siguiente derivada sería la solicitud de un laudo arbitral por parte de Mancomunidad. Una solución drástica y muy excepcional que, aunque fue aplicada en el pasado, conduciría a la judicialización total del conflicto.
Pedimos por todo ello a ambas partes que soliciten ya la mediación del Tribunal Laboral de Navarra, y que se sometan a su dictamen. Se trata de una alternativa que ya tienen recogida en su convenio colectivo, y resultaría un trámite que en muy poco tiempo permitiría deshacer este nudo y no seguir en una escalada que no beneficia a nadie.
Obviamente la Mancomunidad sigue dispuesta a mediar y reunirse cuantas veces haga falta, pero en este contexto solo vemos una salida al bloqueo actual: que Empresa y Comité recurran a la mediación del Tribunal laboral para resolver problemas enquistados.