A las niñas y niños de Gaza
Al pensar en las niñas y niños de Gaza se nos encoge el corazón. Niñas sin familias. Niños amputados sin anestesia. Niñas con las costillas que asoman por la desnutrición. Bebés que lloran hambrientos mamando de pechos vacíos. Agujeros en el estómago. Hambre.
A más de 17.000 niños y niñas se les ha quitado la vida en Gaza desde el inicio del conflicto, incluyendo más de 1.100 bebés menores de un año y miles de menores de cinco años. Las niñas y niños se mueren de hambre mientras los políticos miran para otro lado. La ONU alerta de una hambruna que afecta a 1,6 millones de personas, de las cuales más de 132.000 niños y niñas corren riesgo de muerte por inanición.
¿Acaso valen menos las niñas y niños de Gaza que los nuestros? ¿De dónde nace esta indiferencia? ¿Es el color de su piel, los kilómetros de distancia, los intereses políticos o el dinero? Todas las personas del mundo tienen el mismo valor, todas deberían gozar de los mismos derechos, y más que nadie, los niños y niñas. Y sin embargo, este genocidio en vivo nos recuerda que, por desgracia, no es así.
Las sanitarias no solo tratamos cuerpos; defendemos la vida y la dignidad. Velamos por los más vulnerables, y nuestro deber ético y profesional trasciende fronteras y política. Es urgente una respuesta humanitaria inmediata y efectiva para proteger a las niñas y niños de Gaza, quienes sufren las consecuencias más devastadoras del conflicto. Debemos unir esfuerzos y exigir a los gobiernos que detengan este genocidio.
La entrada de alimentos es imprescindible, pero sin presión política sobre Israel para poner fin al genocidio y la ocupación, solo se prolongará la supervivencia unos meses más. Esta acción humanitaria urgente debe ir acompañada de medidas políticas claras, incluyendo la aplicación de sanciones y la ruptura de relaciones con Israel, tal como establece el derecho internacional.
Nosotras estamos aquí para decir que no nos olvidamos de las niñas y niños de Gaza, de sus familias, ni de nuestros compañeros sanitarios que, en medio del horror, siguen cuidando y protegiendo vidas.