Julio Soto txapeldun
Acabo de hacerle una entrevista a Julio Soto, el joven bertsolari pamplonés que el sábado pasado ganó en Elizondo su tercera txapela como campeón navarro. Impresionante: 27 años, ingeniero agrónomo y licenciado en filología vasca, profesor de bertsos, colaborador en medios de comunicación? En la final bordó su actuación ante las 1.250 personas que abarrotaban el frontón Baztan y que rieron, reflexionaron y lloraron, sobre todo al final, cuando Julio le dedicó la txapela a su hermano pequeño Alberto, fallecido en un accidente de tráfico a finales de enero.
Hemos hablado sobre un montón de cosas, sin prisa, casi casi como si estuviésemos mirando sus yeguas en Gorriti, el pueblo de su madre y al que se siente tan unido. Al final de la entrevista le he preguntado por la actual situación política de Navarra, si cree que va a suceder el tan anhelado cambio y, si así fuese, cómo imaginaría nuestro futuro y me ha dicho que lo que no puede es imaginarse ese futuro si no se produce el cambio. En lo que concierne al euskera me ha dicho que es cuestión casi de vida o muerte. La gente que tirando del carro durante años ha conseguido traerlo hasta donde está ahora, ya no tiene casi fuerzas para nada más. Están extenuados. Ahora es imprescindible entrar en una nueva fase, establecer unos nuevos criterios políticos valientes y decididos que acaben con la Navarra de tres colores y el ahogamiento económico, social y sistemático de todo lo que tenga que ver con el euskera y su cultura. Y para ello son tan necesarios los votos del 24 de mayo como las posteriores ganas de ponerse de acuerdo, dejando a un lado los intereses particulares de cada partido. ¡Chapeau txapeldun!