¿A ti, qué te van a echar los Reyes? A mí ya me han echado. Me han echado de la cabalgata. Hace quince años empecé a colaborar como una de las emisarias de Sus Majestades porque hacía falta alguien que hablara en euskera. No he cobrado nunca nada, he disfrutado mucho y he conocido gente maravillosa.

Ahora me han echado y en diferido. Esto es, que me he enterado por terceras personas porque ni me han llamado para decírmelo. Parece que el motivo es que al presidente de la asociación que organiza el evento no le gustó lo que dije en un par de artículos publicados en esta misma sección el año pasado. En uno le pedía a Baltasar que no nos pringara la cara al darnos besos y en el segundo hacía una pequeña crónica de la cabalgata de infarto con rey negro a última hora. Pero lo que menos le gustó es que criticase su forma de actuar y concluyese diciendo que toda la gente que trabaja y colabora con ilusión y esfuerzo no se merece un presidente así, y lo mantengo. Me parece muy bien que sea la ciudadanía quien organice esto, pero es necesario tener muy claro cuáles son los objetivos. Señor Lizaur: usted ha trabajado muchísimo, pero la cabalgata no es suya, ni de la Asociación, ni siquiera de la Junta hecha a su imagen y semejanza. No le ha gustado tener que dejar el papel de Baltasar y está enfadado, lo entiendo. Es lo que tiene la purpurina cuando se sube a la cabeza. Y tampoco le gusta que desde el Ayuntamiento le exijan unos mínimos a cambio de recibir ayudas públicas. Antes no pasaba eso. Pero hay que evolucionar y trabajar en equipo por la ilusión de las niñas y niños.

¡Feliz cabalgata y especialmente a los emisarios, al veterano, que lo hace fenomenal, y al nuevo-a que lo haga en euskera en mi lugar!