Abusones
Unos señores visitan un pueblo para certificar su españolidad, apoyar a la Guardia Civil y exigir la derogación de la Disposición Transitoria Cuarta. Y yo, como creo en la libertad de opinión, exhibición y tránsito, considero que tienen derecho a hacerlo, el mismo que tiene el vecindario a rechazar el uso y abuso del topónimo. Cuentan por Madrid que un político está molesto porque otro le ha robado protagonismo en esta excursión. Hablan de jugada maestra, perfil bajo y error estratégico, términos, como es notorio, muy relacionados con la españolidad, la Guardia Civil y la Disposición Transitoria Cuarta.
Dado que los acompañarán célebres pensadores, no hay duda de que, amén de abrazar con su palmito las citadas causas, gastarán sabiduría para matizar. Si un líder partidista pesca el voto con la red pelágica, un intelectual de fuste busca la verdad con caña y, si hace falta, a contracorriente. Estoy seguro, pues, de que su lúcido patriotismo los forzará a aclarar que Euskal Herria existe y el euskara es también navarro. Supongo que su amplia visión humanista les permitirá defender a los guardias y, a la vez, denunciar que sus presuntos agresores llevan presos sin juicio 720 días. Y espero que en su muy democrática ideología será compatible refutar la unión de dos comunidades y aceptarla si ambas lo desean en un referéndum. Convivir es compartir obviedades, así que siempre está bien recordarlas.
Comprendo que mañana les será difícil alzar la voz sensata en el alboroto, pero confío en que el lunes lo harán. Y si no es así -¡dios no lo quiera!-, sufriremos de nuevo otro encuentro amañado: España 1-Alsasua 0. Yo a eso no juego.