La “reversión de los paquetes de recortes” (portavoz Solana) recupera en su integridad (25% del sueldo) el complemento para funcionarios que han ocupado altos cargos (miembros del gobierno, directores generales y directores gerentes) y vuelven a su puesto de trabajo. Mientras sigan en la Administración y hasta su jubilación. El proyecto de ley lo llevó al Parlamento el Gobierno de UPN-CDN (2007). Izquierda Unida y Aralar se opusieron. UPN, PSN, CDN, EA y PNV estuvieron de acuerdo en aprobarlo. La crisis económica motivó que en 2012 el complemento se suspendiera parcialmente y se rebajara al 10%. La Ley de Presupuestos de este año ha levantado la veda. Todos los indicios señalan a una decisión unilateral de Geroa Bai. La consejera de Función Pública “más bien cree que no se ha hablado en el cuatripartito”, el portavoz de Bildu “no” considera adecuada la subida, Podemos echa la pelota a Orain Bai, Laura Pérez se escuda en que el asunto “pasó desapercibido” entre las “muchísimas partidas y disposiciones”, UPN y PSN denuncian “opacidad”. Las certezas indican, con decepcionante claridad, que los grupos parlamentarios no hicieron su trabajo de estudio minucioso del proyecto de Presupuestos. Poco rigor. El complemento lo reciben 22 personas de gobiernos anteriores (UPN y PSN) y la nueva tanda incorporará a 16 más. Puede decirse con ironía, con sorna, que este complemento retributivo va en menoscabo moral de la indudable vocación de servicio a la sociedad que impulsa a estos funcionarios a asumir más altas responsabilidades y a significarse en la gestión política. Lo grave no son las cantidades económicas, ni globales ni individuales, sino la actitud receptiva ante estas prebendas. Censura cínica en el caso de UPN, promotor del complemento. Y del PSN, ambos únicos beneficiarios hasta ahora. Pero nadie ha planteado la supresión del mismo en la ley foral de incompatibilidades. Ningún partido ni grupo parlamentario. Dinero. A la buchaca.