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A la contra

Jorge Nagore

La realidad

La realidadJesús Diges

Más allá del revuelo de todos estos días –ha habido millones de españoles que se enteraron al parecer el jueves de que Bildu ya gobernó en Pamplona entre 2015 y 2019, porque Pamplona en realidad a la derecha mediática y política española y al español medio le importa una mierda– a UPN y a la derecha en general le queda un análisis muy serio por hacer en la capital navarra, habida cuenta de la pérdida de poder que elección tras elección lleva sufriendo desde hace años. Así, por mirar los últimos 25 años, vemos que en 1999 contaban con un 51,6% de respaldo (UPN, PPN y CDN), un 50,2% en 2003, un 46,8% en 2007, un 44,6% en 2011, un 39,5% en 2015, un 41,6% en 2019 y, ya en 2023, un 41,6%. Esto es: a excepción del bajonazo claro en 2015 con la irrupción de Podemos –aquí Aranzadi– y las consecuencias de las dos crisis económicas seguidas, la derecha en Pamplona –sumando UPN, PPN y Vox– se mantiene por poco encima del 40% de los apoyos, cediendo más de 10 puntos porcentuales con respecto a hace 25 años, un descenso que es notable en una ciudad tan tradicional como esta, en la que los votos casi casi se heredan de padres a hijos. Pues bien, más allá de escenificaciones o incluso de llamadas a rebato contra el PSN, haría bien UPN en estudiar la realidad y palpar que aunque la herencia de ETA siga siendo un argumento de peso emocional en muchos votos eso va a ir disminuyendo conforme vayan pasando los años y esa baza va a tener cada menos peso elección tras elección. Por lo pronto, ya es la segunda legislatura en la que todo el bloque opuesto a ellos se pone de acuerdo en Navarra y la primera que lo hace en la capital, así que bien harían en buscar modos y maneras de recuperarse sino quieren ser oposición durante décadas. Y, sinceramente, no se ve nadie o un equipo nuevo en el horizonte a corto plazo capaz de darle la vuelta o al menos de encarar esta situación.