A principios de semana se supo lo que ya venía barruntado desde hace unos días: el comedor social París 365 había logrado superar la amenaza de cierre por pérdidas económicas debido a la espectacular implicación de cientos de particulares, asociaciones, clubes y entes que, con sus donaciones, lograron alcanzar una cifra superior a los 230.000 euros. Gracias a esta inyección, el comedor seguirá ofreciendo sus comidas a las personas más necesitadas, aunque eso no va a cambiar la decisión ya tomada de dejar de dar otra clase de servicios que en los últimos años habían supuesto un desembolso alto que llegó a poner en peligro la continuidad del proyecto, así como reducir el personal de administración y gestión en un 40%. En total, calculan que el ahorro puede ser de unos 150.000 euros, lo que unido al dinero entrante supone la sostenibilidad y continuidad de este proyecto, iniciado en 2009. Es una fantástica noticia y más si se tiene en cuenta que el 65% de lo recaudado proviene de donaciones particulares, aunque también haya que destacar las numerosas iniciativas que llevaron a cabo peñas de Pamplona, de Osasuna, el propio Osasuna, Irache y muchas entidades. Una respuesta a la altura de la iniciativa a la que va dirigida la ayuda, una idea altruista que se ha dedicado a dar de comer a los menos afortunados durante los peores años de la crisis -que duran, porque duran, lo señalan los datos de Cáritas y del Gobierno de Navarra, las bolsas de pobreza siguen en aumento y también la cifra de personas que están muy poco por encima de ese-. Igualmente, en apenas dos meses -diciembre y enero-, el número de socios creció un 25%, ya que 141 personas más se dieron de alta como tales, con lo cual el objetivo de llegar a los 1.000 socios está, aunque aún lejos, más cerca. Esta es la cara buena de lo burros que podemos llegar a ser los navarros cuando nos ponemos. Gracias.