o de "Patata tortila pintxo bat, mesedez", "Perdona no te entiendo. ¿Me puedes hablar en castellano?" no es una leyenda urbana. Ocurre de verdad y demasiado a menudo. Hace unos meses me pasó a mí en Urdax, en la versión café: "Kafe bat, mesedez" "Perdona no te entiendo". Bien. Ni me entiendes ni me quieres entender, porque si viene un turista hablando en panyabí occidental seguro que te desvives por sacarle su café, y con una sonrisa, además.

El Observatorio de los Derechos Lingüísticos Behatokia acaba de hacer público su informe correspondiente al 2020. Han recibido más de mil quejas de la ciudadanía, la mayor parte relacionadas con la atención en organismos públicos. 114 se refieren a actuaciones del Gobierno de Navarra y 50 al Ayuntamiento de Pamplona. En total las quejas han sido un 66,7% superior a las del ejercicio anterior.

La pandemia ha dejado muchas vergüenzas a la vista y entre ellas el hecho de que en algunos sectores la atención bilingüe sigue siendo un tema secundario e, incluso, un incordio. En esta situación de emergencia generalizada también es verdad que muchos euskaldunes tampoco hemos querido forzar más la situación. Bastante suerte tienes con que te cojan el teléfono en el centro de salud, como para encima estar pidiendo que te atiendan en euskera€

Pero no todo se puede justificar como consecuencia del coronavirus. Un ejemplo: desde noviembre ha habido ocho convocatorias de empleo en Osasunbidea en las que han puntuado sólo las lenguas comunitarias, dejando al euskera totalmente al margen. Y otro caso evidente: los textos que difunde el Ayuntamiento de Pamplona en su web no son equiparables en ambas lenguas. El euskera reducido al papel de "quitamultas".