Cuelgamuros, jueves 24 de octubre, 09.30 h. Un operario cierra el portón trasero de una furgoneta pillando una cinta con la bandera española. Cuelga de una corona funeraria, claveles rojos y amarillos sobre boj verde. Está colocada en fila junto a unas cuantas más.

-¡Cuidado, Jose! ¡No la líes! ¡Como arranques y las tires, el efecto dominó nos hace trending topic!

-Qué tensión, macho?

-Pues imagínate el momentito que van a pasar los Verdugo Jiménez levantando los 1.500 kg. de losa con el gato hidráulico? ¡Además de las amenazas se llevan sus 15 minutos de fama para toda la vida!

-¿Cómo estará el ataúd después de 44 años?

-La madera no sé, he oído que traen otro por si acaso. Lo que va a estar igual es la caja de zinc que va dentro.

-¿Qué caja?

-La caja con los restos del cuerpo.

-No sé? Es casi medio siglo, ¿eh?

-Si la ven dañada, un médico forense tendrá que certificar que lo que queda ahí es de Franco.

-¿Te imaginas que hace el análisis y resulta que los restos son de un general republicano?

-¡Jaajaja! ¡Imposible haber dado el cambiazo! ¡Esto ha estado más vigilado siempre que la Zarzuela!

-Desde verano del año pasado que empezaron con lo de la exhumación, ya se ha tardado en sacar al abuelo, ¿eh?

-Es que en este país queda mucho franquismo todavía, disfrazado y a cara descubierta.

-¿Y con nuestros abuelos qué va a pasar? Porque los nietos de este pueden ir a visitarle cuando quieran. Pero nosotros?

-Pues lo mismo están ahí dentro. Hay historiadores que dicen que de los 33.000 enterrados en Los Caídos 4.000 o 5.000 eran republicanos. Que los trajeron sin que sus familias supieran nada.

-Ahí o tirados en algún camino. No sé qué es peor, macho. Anda, vámonos a por un café, que tú y yo ya hemos acabado lo nuestro.