Se ha hecho público un vídeo promocional “creado, dirigido, ideado y realizado” no por Def Con Dos, que sería lo suyo, sino por el mismísimo Ministerio de Asuntos Exteriores para, según se dice, combatir la propaganda independentista. Con un título sentencioso -This is the real Spain- varios apologistas alaban esta magnífica democracia, referente planetario, lograda gracias a una transición ejemplar. Choca, por un lado, que lo del prójimo se considere publicidad y lo propio, acta notarial; y, por otro, que, siendo un modelo tan conocido, se gasten chines en airearlo. Al menos no lo “ponen en valor desde el respeto”. Es un detalle.

Resulta indiscutible que el país tiene muchas virtudes, y sólo un necio las reduciría al parchís y la fregona. También es lógico que las autoridades se presenten al First Dates mundial maquilladas y metiendo tripa. Cosa muy distinta es que en casa alguien aún crea que Julio Iglesias carece de perfil izquierdo, y confunda ese trile diplomático con la verdad. Antes de 1980 más de cien personas fueron asesinadas por la extrema derecha y los cuerpos policiales. Después vino el GAL. Y la salvaje corrupción. Y los periódicos cerrados. Y uno que quieren cerrar. Y los políticos presos. Y los raperos en fuga. Y? el aforismo se lo copio a Ramón Eder: “Mala memoria es la que recuerda lo que habría que olvidar”.

Convendría limitar el orgullo, porque hay amores que de tanto incendiarlos se apagan, pasiones forzadas que en libertad quizás hasta prenderían. De modo que cuanto más se venda que España es Messi, más parecerá Mágico González y Tarzán Migueli: todo un combo lúdico represivo. Y tampoco es eso.