Hemos ganado las elecciones se ha convertido en el último hit parade del PP. Suena de forma machacona en las Cortes Generales, televisiones y emisoras de radio desde el 20-D, y no es más que un síntoma de la debilidad de Rajoy ante su incapacidad para encontrar aliados que le procuren su investidura.

Bien saben los peperos que su aseveración es una verdad a medias, ya que el mes pasado no hubo elecciones presidenciales, sino legislativas, de ahí que ser la lista más votada sirva para tener más posibilidades aritméticas de gobernar que ningún otro y poco más. Porque tan cierto es que el PP recibió más apoyos que nadie, como que se quedó a 53 escaños de los 176 que garantizan gobernar, después de recibir en las urnas el correspondiente castigo a su soberbia manera de gestionar la mayoría absoluta y perder 60 de los 183 diputados que tenía.

Y en esta compleja tesitura, el PP ha puesto ya en marcha al menos parte de su estrategia. A grandes rasgos, consiste en acelerar los trámites para someterse al proceso de investidura y amenazar al PSOE con repetir los comicios, desde el convencimiento de que los socialistas saldrían trasquilados en el caso de someterse de nuevo al veredicto de las urnas. Paralelamente, nuestra querida Troika ha empezado la campaña para apelar a la conveniencia de formar un gobierno estable “lo antes posible”, y no tardarán las especuladoras agencias de calificación -esas que ponen precio a la deuda pública- en advertirnos de los riesgos de un ejecutivo multicolor de corte izquierdista.

Entre tanto, se conoce también la cara b del single del PP con el que pretendía ser superventas, pero que de momento no lo compra nadie. Se llama Sería la primera vez que no gobierna la lista más votada, pero ya hay quien ha lanzado otro disco al mercado con el sugerente título Ya era hora.

No se impacienten porque habrá que esperar como mínimo unas semanas para ver cuál de los dos tiene más aceptación.