Reconozco que había visto algún elemento suelto por la vieja Iruña (más habituada a un joven arregladito o al basque style por generalizar estilos), con sus barbas pobladas, peinados desenfadados, camisas como las que llevaban sus padres cuando tenían su edad y lentes de pasta, una mezcla entre bohemios y mendigos pero de eso último nada que sus Iphone son de última generación y están puestos en ese sonido indie-folk-técno-progresivo cuyos grupos desconozco pero que molan. Fue en Malasaña cuando me dí cuenta de que el fenómeno tribu urbana existe y es masivo. Con ropa de segunda mano o de marca Oxford, playeras Converse o sin etiquetas, esos modernillos (es una estética más masculina o al menos yo no soy capaz de catarla en el sexo femenino) con pinta en muchos casos muy poco seductora -como recién salidos de la cama-y las barbas de leñador se concentraban a manadas en bares alternativos de este popular barrio madrileño. Me sorprendió el nivel intelectual, de consumo de cultura alternativa, y el respeto por el medio ambiente de muchos de ellos.

Dice un amigo que no hay un modelo único, que las variantes son múltiples y que él opina que esta pose retro es una forma de claudicar ante una sociedad que, en el fondo, saben no les va a dar las oportunidades que sí tuvieron sus padres aunque no es menos cierto que en los setenta tuvieron que pelearlas y mucho. Sea como sea, copien o no del espíritu de los noventa, sea o no una moda pasajera que está siendo fotografiada por las marcas de ropa, si hay que elegir entre chonis, bacaladeros y canis que se ven por la tele, me quedo con los hipsters, con los solidarios que se integran en ONGs, visten ropa étnica y escuchan a Manu Chao, y con gente que viste y siente de manera diferente a los gustos comerciales. Es curioso también testar el cambio en los estándares de masculinidad que hemos vivido en los últimos años. Tras pasar del modelo macho ibérico-culto-al-cuerpo-gimnasio al metro-sexual hipersofisticado ahora nos aparece el modernete de barba hipsteriana (¿es un atributo de masculinidad?, ¿de macho descuidado o es una renovación de la masculinidad?) con una extraña dieta hipocalórica anti comida procesada que es posible descoloque a más de una mujer. No sé qué decir. Las tendencias urbanas entre los 20 y los 35 van demasiado deprisa para las de cuarenta...; ahora dicen que los hipsters han pasado de moda y llegan los muppies. La era de internet y la cada vez mayor globalización de las modas y los pensamientos hace que los nuevos estilos se propaguen de forma veloz. Yo reconozco que soy de las tribus clásicas, al menos admiradora y con ciertas trazas de heavies, hippies, grunges y mods, sin desechar en gustos musicales y estéticos a rockeros, skins, góticos, pijos o punkies? Tribus y valores que han permanecido inmunes a las modas pasajeras.