Euskera bizirik dago
qué bonito es cuando el euskera se viste de fiesta, cuando se canta, cuando se llena de gente; qué bonito cuando se disfraza de poesía y qué bonito cuando tirando de hemeroteca exhibe ancestros de cortes medievales como la de aquí, sin ir más lejos, la de Olite. Ayer esta lengua vieja, culta y, en demasiadas ocasiones injustamente vapuleada, se impregnó de fiesta, de infancia, de adolescencia, de mayores, de caminatas, de bocadillos... en suma de fiesta y alegría. ¡Bizi!, era el lema. ¡Vive! Fue protagonista del Nafarroa Oinez alsasuarra, tierra llena de pesar e injustamente tratada, que al menos por unas horas mereció un respiro.
A esta lengua, que como bien indaga Peio Monteano ya se hablaba en la corte de Carlos III y fue mayoritaria en Navarra, se le quiere y por eso se expande sin querer meter ruido, de modo amable, como debe ser. A esta lengua, como Oteiza y Atxaga a su país, se le ama profundamente. Hace unos meses que el poeta y filólogo tafallés Hasier Etxepare Kareaga colgó un hilo en Twitter acerca de la belleza de esta lengua. Un expresivo ejercicio etimológico. “En euskera no decimos gratis, decimos musu truk que más o menos se traduce como a cambio de un beso; en euskera no decimos cáncer, decimos minbizia que más o menos se traduce como vida de dolor...”, así hasta 30 términos. Euskaraldia anima a expresarse en euskera en lo cotidiano. Quien lo conozca que lo hable, quien no, que lo escuche: del 23 de noviembre al 3 de diciembre, fecha en la que se conmemora la doble fiesta de San Francisco Javier, euskaldun, y del Día Internacional del Euskera (acuñado en 1949 en Iparralde). Maddalen Arzallus y La Basu e Inés Osinaga y Las Tea Party han puesto música, Hartu kontrola, aukeratu rola, al videoclip de Xabi Hoo dentro de la iniciativa 11 días en euskera-11 egun euskeraz. Son meras pinceladas de un cuadro alegre de colorida paleta, de sentimientos, de una obra humana nacida para unir, para comunicarse. Euskera bizirik dago! Pena no saber.