el balance ofrecido por el vicepresidente de Derechos Sociales, Miguel Laparra, sobre la evolución del mercado de trabajo a lo largo de esta Legislatura, entre 2015 y 2018, no sólo arroja cifras positivas en términos de creación de empleo y reducción del paro, sino que resalta la reducción del desempleo en jóvenes, mujeres o parados de larga duración -que bajan más que la media del Estado aunque su situación sigue siendo peor-, y el aumento del 54% de la contratación indefinida en este periodo de tres años. Navarra es una de las tres comunidades con tasa de paro por debajo del 10%. y también de las que más puestos de trabajo crea. De hecho, el número de desempleados ha bajado en estos cuatro años un 23,9% -10.620 desempleados menos-, mientras ha habido 22.766 afiliaciones más a la Seguridad Social. El balance de empleo del Gobierno de Barkos coincidió además con la publicación de una encuesta de la empresa de recursos humanos Randstad que señala que Navarra cuenta con más de 16.000 trabajadores menores de 25 años, un 5% más que hace un año y mantiene una tasa de empleabilidad en este ámbito del 76,7%, la más alta unto a la CAV y Baleares, y muy por encima de la media estatal del 66%. No obstante aún quedan, como señaló el propio Laparra, retos claros e importantes, entre ellos con retos claros como la creación de más empleo y de más calidad. Situados ya por debajo del 10% de desempleo y consolidada la creación sostenida de empleo durante los últimos cuatro años, es imprescindible dirigir los esfuerzos hacia una mejora en la calidad del mismo, porque el empleo nuevo sigue lastrando las malas condiciones -ha aumentado la siniestralidad laboral, temporalidad y precariedad-, derivadas de las sucesivas reformas laborales de PP-UPN y PSOE. Los datos de 2015-2018 son buenos y las expectativas para este 2019 también, pero a las perspectivas positivas es necesario confrontar la realidad laboral. Basta poner como ejemplo la planta de Volkswagen, con la posibilidad de fabricar un tercer modelo vinculada a la firma de un nuevo convenio de entre cinco y seis años de duración con subidas salariales de 0,4% más IPC. Es imprescindible seguir recortando la tasa de paro juvenil, femenino y de larga duración. Y, en este sentido, seguir contemplando la adecuación salarial a la salida de la crisis como un problema de competitividad en lugar de como una inversión en la sostenibilidad de la economía es un error cuyas consecuencias serán negativas a medio plazo.