Iruñea y Barcelona se unieron ayer en un clamor multitudinario contra las últimas sentencias del Tribunal Supremo que, salvando las distancias de los casos que juzgan, han acabado condenando a desproporcionadas y elevadas penas de prisión tanto a los jóvenes de Altsasu, entre 1 año y medio y 9 años y medio, como a los líderes independentistas catalanes, entre 9 y 13 años de cárcel. Dos muestras claras de lo que ha sido y sigue siendo un atropello judicial, político y mediático. En respuesta a todo ello miles de personas se concentraron ayer en Pamplona en los alrededores del Palacio de Justicia para pedir, y hacerlo precisamente en ese marco, una vez más justicia y proporcionalidad en el caso de Altsasu; personas representantes de la sociedad en su pluralidad que quisieron con su presencia seguir arropando a las familias de los condenados en este largo camino judicial de tres años, al tiempo que se unían una vez más en la petición unánime de justicia; justicia y respeto a los derechos humanos, algo tan básico como esencial e imprescindible en un Estado de derecho. Rechazo social también a la judicialización de la política y a la politización de la judicatura, algo que nunca debería darse en democracia y que ha conseguido abrir una brecha insalvable de descrédito y de confianza ente la sociedad y la Justicia. La concentración de ayer, que se suma a otras manifestaciones multitudinarias celebradas en este duro proceso tanto en Altsasu como en Pamplona, fue más intensa y emotiva por ser ya tras la sentencia del Tribunal Supremo y coincidir en el tiempo con la que se celebraba en Barcelona en rechazo a otra desproporción judicial. Por ello lanzaron desde Pamplona “un abrazo especial al pueblo de Catalunya que nos ha apoyado en este camino y está sufriendo de primera mano la misma injusticia y las mismas mentiras”. En ambas, numerosos representantes políticos se unieron a la sociedad civil. A la concentración de Pamplona, convocada por los colectivos de familiares y amigos Altsasu gurasoak y Altsasukoak ASKE, acudieron integrantes de EH Bildu, Geroa Bai, Podemos, I-E, Sortu, EA o PNV, entre otros, además de sindicatos, colectivos, asociaciones y administraciones del ámbito local. Lo que quedó de nuevo claro ayer es que la reivindicación de justicia y la solidaridad sigue tan fuerte como al principio, porque la gran mayoría de las personas que salieron a la calle lo que siguen reclamando es que la Justicia vuelva a su carril, en la instancia que sea, para evitar más atropellos judiciales.