os cada vez más preocupantes datos sobre la creciente incidencia de la covid-19 en los últimos días en Navarra están generando la lógica alarma y preocupación tanto en la sociedad como en las instituciones. En este sentido, los responsables de Osasunbidea han venido explicando casi a diario las diferentes situaciones, las actuaciones y medidas llevadas a cabo y las previstas y ha lanzado claros mensajes de aviso respecto a comportamientos incívicos e irresponsables por parte de una minoría de ciudadanos que no respetan las normas de obligado cumplimiento tendentes a evitar los contagios y que ponen en riesgo al resto, en especial a las personas más vulnerables. Así, conforme los datos de brotes, contagios, confinamientos e ingresos han ido aumentando, el Gobierno de Navarra ha intensificado sus mensajes de alerta, preocupación y advertencia ante el riesgo cada vez más real de una segunda ola epidémica. Igualmente, profesionales sanitarios de Atención Primaria y Urgencias o el colectivo de Enfermería de Navarra con el vídeo que hizo público ayer señalando la responsabilidad individual -en especial de los más jóvenes-, en este momento han ido lanzando varios avisos muy contundentes con las advertencias de que estamos jugando con fuego, que el virus nos va ganando terreno o que no es ahora menos letal. En definitiva, que aún no es posible una nueva normalidad. En este contexto, la presidenta Chivite avanzó ayer que la situación del covid-19 en Navarra es "como para estar alerta" y advirtió que "no le va a temblar el pulso si tiene que tomar medidas más restrictivas". Una advertencia muy seria a toda la sociedad navarra, a la que también hizo un llamamiento al compromiso y la responsabilidad con el fin de evitar una vuelta a lo que calificó de situaciones de "consecuencias dramáticas" que se vivieron durante los momentos más críticos de la pandemia y el confinamiento y que se corresponden con cifras de contagios similares a las que se registran estos días en Navarra. La advertencia debe llevar a una profunda reflexión, tanto al conjunto de la ciudadanía -en especial, a los más reticentes a aceptar las medidas y a quienes las han relajado y han perdido el miedo al virus-, como a todas las instituciones navarras. Estamos ante un momento clave para frenar la segunda ola de la pandemia o habrá pasos atrás. Frente a ello, solo queda, de nuevo, apelar a la responsabilidad individual y colectiva, al esfuerzo común de solidaridad, gracias al que con tanto esfuerzo social se logró frenar la primera ola.