as negociaciones sobre los Presupuestos en los distintos ámbitos institucionales parecen haber entrado en dinámicas de diálogo y acuerdo fructíferas a falta de concretarse aún en las Cuentas de la CAV. Con el proyecto encauzado desde hace prácticamente un mes en Navarra, el Congreso de los Diputados aprobó el jueves con una holgada y muy plural mayoría los Presupuestos Generales del Estado, cuya negociación pasa ahora al Senado, donde hay cuestiones aún pendientes de recoger, en especial en lo que se refiere a las demandas del PNV -considerado por el Gobierno de Sánchez como "socio prioritario para la Legislatura"-, que mantiene sus exigencias sobre la ejecución y soterramiento del TAV. En cuanto a los Presupuestos de la CAV, tanto la derecha de PP+Cs y la ultraderecha de Vox como Elkarrekin Podemos-IU presentaron ayer sendas enmiendas a la totalidad. A la autoexclusión, una vez más, de los populares, que ahondan en su irrelevancia y su equivocada estrategia de agitación y confrontación, se ha unido en esta ocasión la formación morada, que ha buscado deliberadamente la ruptura del diálogo con el Gobierno mediante propuestas inasumibles y categorizadas además como líneas rojas -como la creación de una empresa pública de energía- que ni siquiera ha planteado allá donde forma parte del gobierno, como Madrid y Navarra. Por contra, EH Bildu anunció ayer que no presentaría una enmienda a la totalidad como muestra de "voluntad sincera de diálogo" para explorar un posible acuerdo. Se trata, sin duda, de un gesto que es necesario poner en valor y que, de concretarse, va en la misma línea de la posición posibilista que ha tenido la coalición soberanista en Navarra y Madrid pero que aún no ha explorado realmente en la CAV. Un paso más de EH Bildu en sintonía con su cambio de estrategia en el ámbito de la participación institucional. También el Gobierno de Vitoria ha tenido una actitud proclive al diálogo, al hacer una contraoferta audaz pese a que cuenta con mayoría absoluta y, por tanto, no precisa de más apoyos para sacar adelante las Cuentas. Se abre así una oportunidad inédita para un acuerdo muy amplio, política y socialmente importante, que es obligado explorar en un momento clave para el país y cuyo alcance dependerá de la voluntad real de llegar a un pacto que en ocasiones anteriores ha evitado.