Tanto va la coalición del gobierno español a la fuente de los líos, que al final se rompe. O eso lleva diciendo la prensa de orden casi desde PSOE y Unidas Podemos firmaron el pacto. Entonces, ¿ahora se rompe o no se rompe? La respuesta es un homenaje al desaparecido Pau Donés: depende.

En La Razón, por ejemplo, se nos cuenta que si el por lado socialista, la patada estaría dada, pero los socios morados se han pegado con Loctite a las poltronas. “Sánchez aísla a Podemos porque «no se irá del Gobierno»”, reza el titular de primera. Un pasito más allá, el editorialista asegura que el PSOE está loco por quedarse solo en el gabinete: “Ciertamente, Pedro Sánchez ha señalado dónde está la puerta de salida a sus socios, pero desde la presunción de que ni Irene Montero ni Ione Belarra, que son las cabezas visibles de la formación morada, están dispuestas a perder sus sillones, y no sólo por los sueldos. Tratarán de apurar los tiempos y, sin duda, exacerbarán su discurso contra el PSOE, tratando de identificar a los socialistas con los populares. Tal vez, sirva para entretener a su parroquia, pero han mostrado al inquilino de La Moncloa un flanco débil, que aunque sospechado no es menos gravoso”.

"Pues vale, Irene. No sé si te das cuenta de que has puesto en una posición muy dura a tus socios de gobierno"

Sabino Méndez (ABC)

El exrockero Sabino Méndez tercia también en diario azulón y, dirigiéndose en segunda persona y tuteánlda a la ministra de Igualdad, le insta a darse el piro: “Pues vale, Irene. No sé si te das cuenta de que has puesto en una posición muy dura a tus socios de gobierno. Llegar a las elecciones contigo en el puesto, significaría que Pedro Sánchez está tan vendido que no tiene la autoridad necesaria para quitar de los lugares de responsabilidad del gobierno a los que hacen mal las cosas. Tu deseo de imponer tu propia presencia ministerial a todos los españoles y a tus compañeros probablemente podría conseguir la fidelización sectaria de unos pocos que convertirían el asunto en cuestión de orgullo, pero seguramente serían pocos para poder gobernar”.

En ABC optan por el triple en la quiniela. La idea del editorialista es que la coalición puede que se rompa o puede que no, pero si no se rompe es como si lo estuviera. O algo así: “Lo cierto es que nunca antes la coalición se había degradado tanto, y tan rápidamente, porque nunca hasta ahora Sánchez había reconocido con tanta claridad que la ley del 'solo sí es sí' funciona de un modo deficiente. Que la pugna entre PSOE y Podemos no se salde con la voladura del Gobierno no quiere decir que, en efecto, el Ejecutivo no esté en una guerra abierta contra sí mismo”. La de veces, por cierto, que habremos leído lo de “Nunca antes...”.

"Todo por la pasta, violadores a la calle y a vivir, que son dos días los que faltan para el desalojo"

Isabel San Sebastián (ABC)

A Isabel San Sebastián le viene a dar igual la ruptura o no ruptura. Para la columnera de ABC lo importante es poder liarse a mandobles desde el arranque de la pieza y no dejar de mencionar al monstruo creado por Mary Shelley: “El regalo del Gobierno a los depredadores sexuales, más conocido como «ley del solo sí es sí», dibuja un retrato de Frankenstein que deja al PSOE y Podemos con las vergüenzas al aire, exhibiendo de manera obscena sus peores miserias: inepcia, soberbia, fanatismo, cobardía, ambición desmedida de poder y de estipendio, desprecio por esa 'gente' a la que dicen representar, falsedad, mentira”. Eso sí, después del desfogue, la atizadora toma postura. La ministra hará durar la coalición: “Una Irene Montero decidida, no obstante, a transigir con los cambios que imponga «el socio mayoritario», porque lo primero es lo primero y ni en sus sueños más audaces se había imaginado nunca contemplar semejante nómina al final de cada mes. Todo por la pasta, violadores a la calle y a vivir, que son dos días los que faltan para el desalojo”.

"Es muy duro volver a la caja del Saturn cuando te has acostumbrado a las prebendas del poder"

Luis Ventoso (El Debate)

El subdirector de El Debate, Luis Ventoso, también tira de la matraquilla del sueldo, como si creyera en serio que la salida del Gobierno de Irene Montero la fuera a devolver a la cadena de electrodomésticos donde trabajó: “Es muy duro volver a la caja del Saturn cuando te has acostumbrado a las prebendas del poder, la dacha de Galapagar, los focos de la tele y la adulación de tus pelotilleras y pelotilleros. No se despegará del Gobierno ni con agua hirviendo. Sabe que jamás se volverá a ver en otra como esta. Y otro tanto le ocurre al gran Peter”.

A esta teoría también está abonado el ilustre expresidente de Extremadura (todavía del PSOE) Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que tiene claro que los morados no quieren dejar el momio bajo ningún concepto: “Ya sabemos que Podemos no va a dejar el Gobierno pase lo que pase y haya que justificar lo que se tenga que justificar. En esta ocasión no habrá excusa que valga. Solo sabremos que a la ministra de Igualdad le temblarán las piernas por solo pensar que tendría que pagar con su renuncia su error o su incompetencia”.

Terminamos con la creativa apuesta de Iñaki Ellakuria en El Mundo. Dice el adivino que habrá ruptura, luego elecciones, y después, nueva coalición: “Mientras, esta teatralizada trifulca de las izquierdas le sirve a Podemos, después de haber conseguido su objetivo de erosionar un poco más a justicia, presentada como una banda de fachas y de introducir la presunción de culpabilidad de todo hombre denunciado por una mujer, para vindicarse como el partido «anti casta», representante genuino de la izquierda a la izquierda del PSOE. Es previsible, por tanto, que en los próximos meses se multipliquen los desencuentros, incluso que se acerquen al borde de la ruptura, pero siempre desde la compartida seguridad que tras las generales, si suman, reeditarán el Frankenstein”.