¡Asombrada! Así es como me sentí el día 15 de abril al abrir la sección de deportes y leer las declaraciones que el señor José Mª Lumbreras (entrenador del Tudelano) hizo contra Cuco Ziganda (entrenador del Athletic de Bilbao B). No puedo opinar sobre los motivos que llevaron a ambos entrenadores a enzarzarse en un rifirrafe verbal, pero sí puedo opinar sobre las palabras que utilizó el entrenador navarro para definir al entrenador del conjunto rojiblanco.
Señor Lumbreras: Ziganda ha sido, es y será un navarro de los pies a la cabeza, en el que dominan su carácter tranquilo, su saber estar, su humildad y, ante todo, su elevada catadura moral (tanto como persona como navarro). Cabe decir que usted siguió con la tensión del partido una vez que este terminó (a sus declaraciones me refiero), mientras que Cuco la dejó finalizada en dicho encuentro.
No juzguen a Cuco como persona, porque la calidad moral y los valores de una persona no se puede criticar sólo por una acalorada discusión: ¿usted también carece de calidad moral por haber mantenido una acalorada conversación?
Por favor, dé ejemplo y mantengamos las formas tanto dentro como fuera del campo.