o ha habido llamada telefónica más esperada en toda la pandemia que la recibida estos días en muchos hogares navarros. Nuestros abuelos y abuelas, nuestros robles, andan locos de contentos. Y no es para menos. Son 4.200 mayores de 90 años, otros 34.800 de más de 80, 53.700 de 70 a 79, y 73.800 de 60 a 69 años. Sin contar con el pelotón de las residencias y grandes dependientes que por suerte ya están doblemente inmunizados. Nuestros maestros de vida, nuestros grandes luchadores en los tiempos más difíciles, toda una generación todavía con mucha cuerda pese a esa salud que se resiente está de celebración. Merecían un día como el de ayer en el que recibían su primera vacuna. Que se lo digan si no a la centenaria Ángela Eraso Lakidain, acompañada por dos de sus diez hijas en el polideportivo de Azpilagaña. Ayer se mostraba feliz de poder abrazar a todos sus nietos y biznietos. También Josetxo Lazkoz Urrutia, de 85 años, conocía el lunes las dos fechas de vacunación, el 5 y el 26 de febrero, para él y su esposa Maribel. Ya están pensando en celebrar por todo lo alto sus bodas de oro el año que viene. Y en poder salir con menos miedo a la calle. Tienen años pero ilusión y fuerza no les falta. Y la alegría que contagian. Han trabajado muchísimo pero saben cómo ser felices, y ¡cuánto les queremos!