aya se echó al monte hace ya varios días para alinearse con la ultraderecha. Ayer se repetía: “Casi todas las personas que cometen delitos no son nacidas aquí”. Para una persona que se ha educado desde pequeña en los valores del humanismo cristiano, le resulta muy fariseo que la máxima autoridad en esta ciudad, que debe velar por la convivencia entre sus ciudadanos, pero que además se reserva en las primeras filas de los templos en las celebraciones religiosas, mantenga un discurso tan racista y xenófobo. Horas antes clausuraba uno de los cursos del Centro de Formación Municipal de Hostelería y que, al igual que otras escuelas taller, cuentan con financiación del Servicio Navarro de Empleo. Personas seleccionadas través de los Servicio Sociales, la mayoría llegadas del extranjero. Como Ali Sowe, que vino de Gambia con apenas 18 años. Trabaja de jardinero y su ilusión es vivir en un piso y salir del albergue de Trinitarios. Este tipo de escuelas consiguen, y lo sabe el primer edil, altos indices de empleabilidad, y lo más importante, de integración social. Mezclar inmigración con delito o culpar a los menores extranjeros tutelados del supuesto aumento de la inseguridad sin datos es inmoral. También la policía gala decidía ayer extraditar al presunto asesino de Sara Pina, blanco y residente en Tudela. Quien rechaza a los extranjeros olvida que él también lo ha sido. Maya nació en Montevideo, vino con 4 años, y por tanto es de origen latino como un porcentaje importante de los más de 100.000 inmigrantes que residen en Navarra, la mayoría de los cuales se buscan la vida de manera honrada.