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Mesa de Redacción

Joseba Santamaria

Curvas y tiempos oscuros

Curvas y tiempos oscurosEFE

Las encuestas muestran una y otra vez el auge de las expectativas electorales de las formaciones de ultraderecha. No sé si los resultados serán finalmente tan buenos como las previsiones sociológicas que alimentan sus discursos. Espero, simplemente, que no. Que finalmente sumen en las urnas muy por debajo de lo que auguran hoy los sondeos. Pero, en todo caso, lo cierto es que ese magma pseudopolítico está aquí, junto a cada uno de nosotros, y ocupa cada vez más espacio. Bebe y come de la desinformación, de los bulos y de la manipulación, pero también de captar las emociones que anidan en la sociedad y su mujer fuente de captación de adeptos es a día de hoy la extensión de la creciente percepción social que aúna inseguridad e inmigración.

Se basa en buena medida en falsedades e intoxicaciones de la opinión pública mucha veces grotescas, pero es un error no atender a una realidad que forma parte cada vez con mayor fuerza del imaginario colectivo de una parte de la sociedad. Y que está en aumento. La encuesta del pasado fin de semana publicada en La Vanguardia advertía de un importante crecimiento en la intención de voto de las fuerzas de extrema derecha, tanto la catalanista Alianza Catalana como Vox. Quizá no sea ésa aún la situación sociopolítica en Navarra, o al menos en buena parte de su territorio. No obstante, es también un hecho real que cada vez se expanden y difunden más los focos de inseguridad vinculados a delitos cometidos por jóvenes migrantes y que esa lluvia fina siempre termina calando en grupos sociales y en partidos políticos. Vienen tiempos de curvas peligrosas. No sólo para Catalunya, sino para el conjunto del sistema democrático.

Sólo una gestión política desde parámetros de diálogo democrático puede abordar con garantías de solución la crisis abierta por el auge de este discurso centrado en ese foco que mezcla ambos conceptos y que acostumbra a aumentar el ruido político y mediático conforme se visualiza una convocatoria electoral en un horizonte no muy lejano. También hay señales que caminan en sentido contrario, es cierto. Pero es importante que el dedo no impida ver la luna. También en la política foral actual. Quizá deberían dedicar también un tiempo de reflexión a esta situación de expectativas de crecimiento de la ultraderecha que forma parte del día a día de la política ya inevitablemente. Y dar una vuelta a la advertencia que hizo el lehendakari Pradales en el pleno de Política General del pasado jueves en Vitoria-Gasteiz sobre los “tiempos oscuros” que pueden venir de la mano de un Gobierno en el Estado del PP y Vox.

No es la única posición de alerta en ese sentido, pero coincide para el interés general de Navarra en que esos tiempos oscuros para las libertades y los derechos pueden igualmente extenderse sobre las capacidades políticas del autogobierno de los regímenes forales. Se percibe el impulso creciente político, mediático y judicial de un proyecto político reaccionario y autoritario de consecuencias imprevisibles, pero seguro negativas para el futuro de la convivencia en el Estado. Sigue dando respeto, y también miedo, tener que vivir tiempos oscuros de retrocesos democráticos y sociales que otros antes que nosotros ya vivieron y cuyas consecuencias seguimos padeciendo muchas décadas después.