finales del año 2016, y en el marco del primer gobierno de signo nacionalista de la historia de Navarra, un grupo de víctimas del terrorismo de ETA decidimos responder públicamente a una serie de actos y declaraciones de los representantes de ese gobierno y plantear en primera persona nuestras reivindicaciones. Durante ese proceso, a lo largo de todo el año siguiente se produjeron importantes desacuerdos en materias de esencial importancia con el entonces presidente de la mayor asociación de víctimas del terrorismo en España, lo que nos obligó a constituirnos como una nueva asociación con un ámbito de actuación exclusivo en Navarra para tener voz propia "con la finalidad fundamental de preservar el reconocimiento y la memoria de quienes en Navarra fueron víctimas del terrorismo de ETA, como fundamento básico de un nuevo marco de convivencia basado en los principios de verdad, memoria, dignidad y justicia, rechazando cualquier intento de blanquear la historia de la banda terrorista" según quedó reflejado en nuestros estatutos. Actualmente contamos con casi 150 asociados, todos ellos víctimas del terrorismo oficialmente reconocidas. Acudiendo de nuevo a nuestro documento fundacional, "La organización interna y el funcionamiento de la asociación tendrá carácter democrático con pleno respeto al pluralismo político e ideológico de sus miembros y de la sociedad".

Desde nuestro nacimiento hemos intentado velar por los principios que representamos y procuramos estar vigilantes ante todos los movimientos que, a nuestro juicio, atentan contra ellos, procedan del ámbito o esfera que procedan. Tenemos como objetivo mantener una actitud firme, ejemplar e inequívoca de rechazo ante la nueva corriente que pretende justificar y normalizar las posiciones que tuvieron los terroristas y que siguen manteniendo los que antes les apoyaban y hoy les rinden homenajes, condenando consecuentemente esos actos de homenaje e incluso de exaltación. Nos mueve especialmente un claro objetivo pedagógico para trasladar a las futuras generaciones el relato veraz de lo ocurrido con el afán de que esa tragedia nunca pueda repetirse; tenemos un verdadero interés en sensibilizar a la sociedad y lograr que esta historia reciente no se diluya entre nuestros dedos.

Nosotros no tenemos que reconciliarnos con nadie, porque a nadie hemos causado ningún daño ni mucho menos asesinado; no admitimos que se defienda ante la sociedad que hubo un imaginario "conflicto" entre partes que tengan que reconciliarse en pie de igualdad. No podemos admitir, por respeto a nuestros familiares, que se pretenda equiparar a los victimarios con las víctimas, ni podemos tampoco aceptar que actualmente se intente convertir a los ojos de la sociedad a asociaciones como la nuestra en una especie de obstáculo para la paz, puesto que ni nosotros ni los nuestros jamás alteramos paz alguna.

En este sentido, trabajamos y trabajaremos con distintas instituciones privadas y públicas, gobiernos central y autonómicos, ayuntamientos, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, asociaciones ciudadanas, fundaciones y otras asociaciones de víctimas del terrorismo con el fin de lograr nuestros objetivos. No cerramos ni cerraremos la puerta a nadie que quiera trabajar por ellos. Un claro ejemplo es el acto de homenaje en el Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo que convocamos ayer miércoles día 11 de marzo a las 19.00 en la plaza de Baluarte conjuntamente con la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11M, la Asociación de Víctimas del Terrorismo y la Fundación Tomás Caballero, y a la que se adhirieron otras asociaciones de víctimas como COVITE, la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (AVCOT) o la Asociación de Víctimas del Terrorismo de Castilla y León. Nos sumaremos a todas las iniciativas en las que se nos requiera y nos consideremos útiles para la consecución de nuestros fines.

Agradecemos también a todos los ciudadanos que anónimamente nos han acompañado y manifestado su apoyo en este trayecto desde nuestra constitución como asociación, y a todas aquellas asociaciones ciudadanas y de víctimas del terrorismo que nos han precedido y nos han ido marcando el camino a todos.

Nosotros no nos hemos movido ni un ápice de nuestra posición, ni nos moveremos. El objetivo era, es y será siempre el mismo. Nuestra cámara sigue fija en su trípode enfocando con su objetivo siempre hacia el mismo lugar; es el que se ha movido el que no sale o no quiere salir en nuestra foto.

El autor es presidente de la Asociación Navarra de Víctimas del terrorismo de ETA

Desde nuestro nacimiento

hemos intentado velar por los principios que representamos y procuramos estar vigilantes ante

los movimientos que, a nuestro juicio, atentan contra ellos