a consejera de Medio Ambiente, Itziar Gómez, salió al paso para acallar el escándalo de la ampliación decretada por el juez de la macrogranja de ganado vacuno Valle de Odieta/HTN Biogás en Caparroso y de los vertidos por purines en los tramos finales de los ríos Aragón y Arga. Anunciaba medidas de control telemático sobre los vertidos de esa empresa, y también prometió una nueva Ley navarra de Salud Animal.

Medio Ambiente de la legislatura anterior ya planteo a Valle de Odieta/HTN Biogás de Caparroso el tema del control telemático de los vertidos, pero a juzgar por los hechos sin resultado alguno.

El anuncio de la nueva ley para limitar cabañas y macrogranjas es una buena noticia, pero no tengo claro que afecte a una explotación como la que nos ocupa, que ya dispone de la Autorización Ambiental Integrada (AAI). Por otra parte, si la empresa recurrió y ganó en los tribunales el Decreto sobre Salud Animal que redactó el anterior departamento, podría ser que ocurra lo mismo con la nueva ley anunciada, a no ser que también se modifique la legislación española.

Los problemas que está causando la empresa de Caparroso vienen de lejos, no son solamente de salud animal por el hacinamiento de vacas que alberga (cerca de 6.000 tenía en épocas recientes), sino también para el mantenimiento del resto de granjas extensivas. También por el impacto ambiental provocado por reiterados vertidos masivos ilegales en una zona con proteccion ZEC. Los purines o el digestato que se vierte contienen nitratos, metales pesados (que son acumulativos), antibióticos y otros componentes que pueden contaminar manantiales, ríos, acuíferos y zonas naturales, como está ocurriendo, y contaminar productos hortícolas al llegar a nuestra mesa.

Esto no se resuelve con medidas telemáticas que luego no se cumplen como hasta ahora, sino con la aplicación de la legislación vigente sobre los límites y sistemas de vertido en las parcelas, que además afectan a la zona protegida Cortados del río Aragón.

Los tramos finales de los ríos Arga y Aragón se han convertido en un corredor ecológico para plantas y animales. Esos ecosistemas acuáticos y terrestres están muy bien conservados y dotados de una importante red de barrancos que permiten a una gran variedad de especies animales y vegetales asentarse y asegurar su supervivencia.

En esos hábitats coexisten especies que pueden ser afectadas por los vertidos, tales como el galápago europeo, el lirón gris, el orejudo gris, la gineta, la garduña, el zorro, el castor, la nutria, el visón europeo (una de las especies de mamíferos en mayor riesgo de desaparición del planeta y donde el Gobierno de Navarra ha invertido 8 millones de euros para su conservación)..., y especialmente el murciélago ratonero grande y mediano. También habitan en esos cortados el buitre, el águila real, el búho real y otras rapaces. En esos cortados existe una cueva donde habita una colonia reproductora mixta, compuesta por el Noyotis noyotis y Noyotis blythiis (murciélagos). Este refugio es el único conocido existente en nuestra comunidad, que de extinguirse estas especies desaparecerían en Navarra. Al parecer los murciélagos, a raíz de los vertidos, han desaparecido de la cueva.

Como miembro del Consejo Navarro de Medio Ambiente cada año incido en pedir mayor presupuesto para el departamento, porque lo considero insuficiente, y también la ampliación del guarderío que debe controlar las acciones ilegales. Siempre se me contesta que con lo que hay es suficiente. Sabemos que, incumpliendo el vigente Plan Director del Guarderío, las bajas no se reponen y que la construcción de nuevas oficinas está paralizada. Lo justifican con que no hay presupuesto, pero, como podemos comprobar, sí lo hay para las obras del TAV ejecutándose a escasa distancia de los cortados del río Aragón.

¿Cómo es posible que tuviera que ser el vídeo de un miembro de un grupo ecologista el que destapara el ecocidio generado por los vertidos -que vienen de muy atrás- y no los miembros del guarderío? ¿Dejadez... negligencia o algo más...? ¿Va a obligar Medio Ambiente a la empresa a reponer la zona contaminada a su estado anterior? Que sepa Medio Ambiente que la contaminación de una ZEC puede acabar en una denuncia en Europa.

La macrogranja de Caparroso tiene un historial plagado de irregularidades desde su implantación. Ya el Tribunal Supremo dio la razón al Ayuntamiento de Villafranca que denunció su instalación en terreno rústico y no en industrial, como le correspondía. Es vox populi que las componendas de ese Consistorio con el Gobierno de Navarra (UPN) y la propia empresa decidieron no ejecutar la sentencia. Desde 2014 hasta 2019, por diversas infracciones a la normativa medioambiental, la empresa acumula 19 denuncias de diversos organismos públicos del Gobierno de Navarra, con el resultado de 11 procedimientos sancionadores.

Por otra parte, la concesión de la AAI que le ha otorgado Medio Ambiente a la empresa requeriría exposición pública y posibilidad de alegar, ya que en el tiempo transcurrido desde la concesión última hasta ahora han ocurrido cosas sustanciales como son: modificaciones en la legislación de vertidos agrícolas de la UE. Modificación de zonas vulnerables por nitratos y otros componentes. Algunas parcelas donde se venía vertiendo ahora están afectadas como zonas vulnerables por contaminación por nitratos, y con el paso de los años siguen aumentando. Duplicación de la cabaña ganadera y aumento en la recepción externa de purines y lodos de depuradoras. (Ambas inciden en que el Plan de Gestión de los Estiércoles presentado en el 2011 es insuficiente respecto a la superficie necesaria para el vertido. Habría que redactar un nuevo plan). Aumento de la circulación de vehículos por los caminos públicos. Por la importante contaminación denunciada recientemente. Por los vertidos de los purines o lodos a través del sistema de riego llamado pivots. Este sistema no está autorizado. Por los numerosos expedientes administrativos incoados a la empresa.

Espero y deseo que cambie pronto la trayectoria de Valle de Odieta/HTN Biogás, pero para ello resulta imprescindible la implicación del Gobierno de Navarra, cerrando esas instalaciones hasta que la empresa respete la legislación vigente.

El autor es miembro del Consejo Navarro de Medio Ambiente