"Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad". (Albert Einstein)

ecientemente escribí sobre el peligro de la inercia para un sistema educativo. Hoy ensalzo una de las fuerzas que superan a la inercia. Lo ejemplifico con una realidad. Desde hace más de 25 años la Administración Pública reconoce horas de docencia compartida para algunas clases especiales, como las prácticas de laboratorio en ESO y Bachillerato en disciplinas de Ciencias Experimentales. Es mucho más reciente la mejora que está suponiendo la presencia de dos docentes en las aulas de Infantil y Primaria. Esta práctica viene creciendo dentro del Programa Proeducar-Hezigarri. Su implantación se produjo en el curso 2018-19, gracias al FSE (Fondo Social Europeo). ¿Qué pasará cuando este dinero ya no llegue?

A finales de junio de 2019 se constituyeron en el Parlamento Foral grupos temáticos de trabajo, para redactar el documento de acuerdo programático que condujo a la investidura de María Chivite como presidenta del Gobierno de Navarra. En uno de ellos se pusieron sobre la mesa puntos esenciales para un programa de consenso en materia de educación y enseñanza no universitaria. Manifestaba la voluntad para promover:

1.- Un sistema educativo de gestión pública gratuito. Lo enuncia la Constitución española para las etapas de enseñanza obligatoria, de los 6 a los 16 años. La escuela pública como eje vertebrador y la privada concertada como red complementaria.

2.- Un sistema educativo de gestión pública, lo más subvencionado y/o becado, en función de la suficiencia presupuestaria, para la etapa de Infantil, de 0 a 6 años, no obligatoria, y para las enseñanzas de Bachillerato y FP.

3.- Un reconocimiento del derecho de todas las familias a la libre elección de colegio para sus hijos, respetando, como reconoce la Constitución, el deber de planificar a través de un mapa escolar la oferta del número y ubicación de las aulas necesarias para satisfacer la demanda de cada curso escolar. Es deber de la Administración mantener un sistema eficiente y sostenible en el medio y largo plazo. La migración y la evolución de la natalidad provocan la actualización permanente de tal planificación.

4.- Considerando la atención a la diversidad una exigencia para lograr una escuela inclusiva, se propuso avanzar en la aplicación de una mejora de la calidad basada en la mejor relación del número de alumnos por aula y el número de profesores preciso. Como he dicho antes ya se aplicaba el Programa Proeducar-Hezigarri.

El pasado 15 de marzo, El País publicó un reportaje sobre la docencia compartida contando el caso del CPIP Doña Álvara Álvarez de Falces. Faltó decir que en Navarra más de 400 docentes de 76 colegios públicos y 21 privados recibieron formación específica el curso pasado y muchos de ellos ya ponen en práctica el sistema de dos Maestros a la vez en la misma aula. ¿Qué beneficios veo en la docencia compartida?:

1.- Potencia el aprendizaje entre iguales. Mantener 25 alumnos en Infantil, Primaria y ESO. Mejor cuantos más.

2.- Permite una ratio de alumnos acorde con el espacio físico disponible. Las aulas están construidas para esas cifras.

3.- Permite la inclusión en el aula de toda la diversidad del alumnado. También el alumnado de NEE en algunas disciplinas del currículo.

4.- Mejora el grado de atención y rendimiento del trabajo en el aula. Puede contener el exceso de tareas para hacer en casa.

5.- Refuerza la autoridad de los dos maestros. Facilita poner orden en el aula.

6.- Fomenta el trabajo en equipo y la evaluación-calificación. Cuatro ojos ven más que dos.

7.- Se mejora la continuidad presencial del maestro. Es menos probable la forzada ausencia, por motivos de salud, de dos personas que de una.

¿Qué otros cambios de mejora puede aportar?:

1.- Será de más calidad reducir los macrocentros escolares sin pérdida de puestos de trabajo de profesores. Ningún colegio de Infantil y Primaria debería superar los 450 alumnos (2 líneas). Ningún IES debería superar los 700 alumnos (4 líneas en ESO con ratio 25 y 5 de Bachillerato con 30).

2.- Facilitar la continuidad en el aula de los maestros que lo deseen, tras alcanzar la edad de jubilación voluntaria. Trabajo positivo intergeneracional.

3.- Repartir el empleo. Trabajar menos para trabajar todos. Todo graduado en Magisterio debería tener un aula para trabajar al menos con cuatro años de continuidad (MIR docente).

El próximo 28 de abril un grupo de docentes acudirá a la Comisión de Educación del Parlamento para pedir la continuidad de la docencia compartida. Dispondrán de 20 minutos de exposición. No es poco.

El autor es profesor jubilado