as familias reivindican la simplificación del proceso de admisión y que el derecho a la libre elección de centro sea real. Un nuevo proceso de inscripción y vuelven los problemas, y este año más que nunca.

Este año, por segunda vez consecutiva, el Departamento de Educación ha animado a las familias a que realizasen las inscripciones para el curso 2021-22 preferentemente de forma on line. Esta modalidad, lejos de facilitar las cosas, ha supuesto un hándicap para muchos de nosotros, a pesar de estar acostumbrados a las nuevas tecnologías.

En la inscripción telemática, los padres y madres nos vemos obligados a presentar una única solicitud junto con la documentación a baremar sin ningún error y con el miedo de que cualquier equivocación la invalide. Estamos solos frente al ordenador, nadie nos ayuda ni revisa estas solicitudes que, en muchos casos, han presentado deficiencias y de las que no somos conscientes. Algunas de ellas tienen que ver con información que consta en el propio Departamento de Educación, como la presencia de hermanos/as en el centro que puede ser consultada a través de la plataforma Educa. Otras tienen que ver con defectos en el formulario de solicitud y/o en la documentación aportada.

A todo esto, se une la complejidad administrativa que se nos impone y que está muy alejada de la modernización de la administración que se nos quiere vender. Cuando creemos debe ser una relación entre ciudadanos y el Departamento de Educación, nos encontramos con que cada paso, cada instancia, cada reclamación debe realizarse con órganos que parecen ser completamente independientes (instituto, Negociado de Escolarización, el propio Departamento). Además, en algún caso el trato ha estado alejado de lo que se espera de la función pública.

Cuál es nuestra sorpresa cuando al presentar nuestras reclamaciones en el plazo establecido, no se permite hacer ninguna subsanación que implique aportación de documentación complementaria para corregir las baremaciones, lo que no se especifica en ningún artículo de la OF 46/2021 e incumple la Ley 39/2015 del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas (artículos 28.2 y 68). Por su parte, desde el Departamento de Educación se indica que las reclamaciones hay que hacerlas en el centro de primera opción, lo que nos deja en una grave situación de indefensión, vulnerando nuestros derechos de subsanación y mejora.

En nuestro caso, al solicitar información al IES Padre Moret-Irubide para poder presentar nuestras reclamaciones, hemos detectado ciertas incongruencias en el listado provisional de admitidos. En dicho listado parece que el criterio de selección no es únicamente el baremo único, pero no es posible conocer criterios adicionales. Desde el centro nos indican además que el proceso está paralizado, ya que las plazas en los centros adscritos están bloqueadas y no pueden generarse vacantes hasta que haya renuncias, pero éstas no se realizan por la inseguridad del procedimiento.

En cuanto a la libre elección de modelo educativo, la mayor parte de las familias no admitidas en el IES Padre Moret Irubide provenimos de CEIP Doña Mayor de Navarra, a quienes, según el mapa escolar, nos corresponde acudir al IESO Iñaki Ochoa de Olza DBHI, donde no se imparte el modelo British, pero sí tiene docencia en inglés, aunque "escasa".

La razón fundamental por la que hemos escogido el IES Padre Moret-Irubide, como centro de estudios para nuestros hijos e hijas, es la formación en el Programa British que imparte y que consideramos determinante en su formación. Hasta 2016 el alumnado de Doña Mayor estaba adscrito a Irubide. Muchas de estas familias querían haber inscrito a sus hijos en el CP Cardenal Ilundáin, que oferta el modelo British, pero, al no haber plazas, tuvieron que acudir al Doña Mayor de Navarra, con programa PAI, similar al anterior, pero con menor docencia en inglés.

A pesar de esto, la idea de las familias era que nuestros hijos e hijas pudieran cursar la ESO en Irubide para acceder al modelo British, pero el cambio en 2016 nos hizo perder el derecho a tener automáticamente una plaza en este instituto.

¿Y por qué nos decantamos por el programa British? Porque esta opción no la ofrecen otros institutos públicos de la zona, porque el 40% de horas del currículum son en inglés, aproximadamente un 66% más de lo que se da en un instituto con otro modelo, además de porque se ofrecen más materias en este idioma, como Biología o Geología y, en el caso del Irubide, también las Matemáticas. Por otro lado, destacamos el nivel de inglés que adquiere el alumnado al acabar la ESO y todo dentro de la educación pública.

Las familias, resumiendo, revindicamos la simplificación del proceso de admisión en el que se respete nuestro derecho a la equivocación y la subsanación, el derecho a una educación pública y a la libre elección en un tema tan relevante como es el de la educación de nuestros hijos e hijas, buscando soluciones alternativas como la apertura de nuevas líneas o la permuta voluntaria de plazas entre centros adscritos. Realmente estamos preocupados y solicitamos una respuesta y una solución cuanto antes.

*Firman este artículo: Alain Igarreta Martínez, Ana Isabel Martínez Abadía, Francisco Javier Barbarin Briñón, Idoya Alfaro Piñero, Pablo del Campo Crespo y Pilar Martínez Abadía