l profundo deseo de autogobierno que históricamente se ha conservado en Navarra en las circunstancias y con las formulaciones y resultados más diversos, se ha concretado en la firme y constante voluntad por disponer de los resortes de poder necesarios para conformar su presente y diseñar su futuro.

En ese fortalecimiento del autogobierno económico de Navarra juega un papel primordial el reforzar -desde los intereses de nuestra comunidad- el Convenio Económico, porque en él radica la clave del éxito del autogobierno de Navarra y constituye la herramienta fundamental que posibilita desarrollar nuestras políticas públicas.

Entendemos como ineludible ese compromiso de fortalecimiento del autogobierno económico-financiero de la Comunidad Foral y de su consolidación en materia fiscal y tributaria, para mejorar el contenido, el funcionamiento y la eficacia del Convenio Económico. Máxime, todavía, tras el duro embate sufrido a consecuencia de la pandemia generada por el covid-19.

Requerimos, por tanto, una nueva mirada hacia el Convenio. Una relectura que lo adecue a las nuevas circunstancias, a la Navarra de la tercera década ya del siglo XXI, en la que hay que resituar los nuevos impuestos que afloran a nivel mundial, como las tasas Google o Tobin, la asunción de transferencias pendientes, o el reajuste en lo relativo a la creciente deuda estatal.

Porque hablamos de Fuero, y hablamos de huevo. Carecería totalmente de sentido una amplia relación competencial o la gestión de numerosos impuestos que no sirvieran para que la ciudadanía de esta comunidad viviera mejor, para que hubiera una mayor cohesión social, o para contar con unos servicios públicos -en su más amplio sentido- que no satisficieran las necesidades de la población. Y en tal sentido, entendemos desde Geroa Bai que conviene una revisión de los textos legales que conforman el pilar de nuestra personalidad política: la Ley de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra y la ley por la que se aprueba el Convenio Económico entre el Estado y la Comunidad Foral de Navarra. Porque la primera data de 1982. Y la segunda de 1990. Cuarenta y treinta años respectivamente.

Somos conscientes de la complejidad que entrañan los cambios en algunos textos legales: de las mayorías que se requieren; de las complicadas negociaciones que exigen; del tiempo, sin duda, que precisan. Pero es cuestión de voluntad política, y en Geroa Bai, la tenemos.

Hablemos del Fuero y de la renegociación del Convenio. Pongámoslos encima de la mesa, y más pronto o más tarde, se irán introduciendo cambios, o se irán materializando transferencias pendientes.

De la misma manera que el pasado mes de junio se firmaba la transferencia de Sanidad Penitenciaria -¡después de 20 años una nueva competencia!- esperamos con ansiedad ver plasmada la de Tráfico y Seguridad Vial, que, recordémoslo, la presidenta Barkos acordó con el presidente Sánchez acometer de forma definitiva en octubre de 2018. Y la de I+D+i; el Ingreso Mínimo Vital; o becas; y Seguridad Ciudadana. Y traemos todo a esto a colación porque se hizo público que tanto la comisión coordinadora como la comisión negociadora entre Navarra y el Estado se celebrarían en septiembre... Entendemos que en esas comisiones debería hablarse sobre la moción presentada por Geroa Bai en el Parlamento, referida al artículo 54 del Convenio acerca de la consideración como cargas no asumidas por Navarra de los intereses y las cuotas de amortización de todas las deudas del Estado. De revisión obligatoria.

Debemos caminar hacia una economía circular desde las transiciones ecológica y digital y ello va a generar nuevas figuras impositivas que deberían quedar claramente definidas, cuanto antes, en ese pacto que tenemos con el Estado.

Con preocupación alarmante está viviendo la ciudadanía el imparable crecimiento del precio de la energía, pero... ¿qué podemos hacer desde Navarra? El artículo 44 de la Lorafna señala que "Navarra tiene competencia exclusiva en materia de instalaciones de producción, distribución y transporte de energía, cuando este transporte no salga del territorio de Navarra y su aprovechamiento no afecte a otro territorio del Estado, todo ello sin perjuicio de la legislación básica del Estado sobre el régimen minero y energético". Competencia constreñida, por lo que deberíamos negociar para eliminar esa coletilla final. Y revisar asimismo la Sección 6ª del Convenio, titulada Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica, cuyo artículo 31 bis Normativa aplicable y exacción del impuesto reza literalmente que "la Comunidad Foral de Navarra aplicará las mismas normas sustantivas y formales establecidas en cada momento por el Estado". Exactamente lo mismo que el artículo 36, de la Sección 3ª de Impuestos Indirectos sobre Impuestos sobre los Gases Fluorados de Efecto Invernadero. Incapacidad fiscal propia. Recaudación sí, pero con normas tributarias al dictado.

Toca reivindicar frente a Madrid, porque las medidas allí tomadas, en este ámbito, con la rebaja del IVA, apenas van a incidir en el bolsillo de la ciudadanía, pero pueden llegar a hacer perder a las arcas forales 20 millones de euros al año. Aunque mientras tanto, las eléctricas seguirán lucrándose con los "beneficios caídos del cielo".

Releamos el Amejoramiento y el Convenio. Artículo a artículo. Porque hablamos de Fuero, y hablamos de huevo.

El autor es parlamentario de Geroa Bai

Requerimos, por tanto, una nueva mirada hacia el Convenio. Una relectura que lo adecue a las nuevas circunstancias, a la Navarra de la tercera década ya del siglo XXI

Debemos caminar hacia una economía circular desde las transiciones ecológica y digital y ello va a generar nuevas figuras impositivas que deberían quedar claramente definidas

Me gustaría recordarle en primer lugar al señor Toquero que la decisión de crear un Campus en Tudela fue fruto de lo que se suele denominar como "decisión política"

Para alegría del señor Toquero ya no soy rector de la UPNA ni lo he sido durante su mandato, así que no podrá responsabilizarme de lo que ocurra con el campus de Tudela