Nagore, en tu ausencia y por tu ausencia seguimos aquí para darte una vez más la voz y la palabra que Jose Diego Illanes te quitó hace 14 años intentando ocultarla para siempre. Exigiendo una vez más justicia reparadora y no patriarcal. Recordando que fue un asesinato. Porque el alcohol no exime los comportamientos machistas y ser rico jamás debería ser un atenuante.

Recordando a todas las asesinadas por violencias machistas en 2022. Un año muy duro, 53 feminicidios (enero, Sara Pina. De abril a junio 32 asesinatos) un menor (violencia vicaria). Apoyando a las miles que lo sufren, denuncien o no. A todas ellas las han asesinado, golpeado, violado, acosado o maltratado por el mero hecho de ser mujeres o personas que rompen con la norma heteropatriarcal. Es decir, por tener, una consideración de objeto, de algo menor-inferior, propiedad particular que no tiene derecho a decir ni decidir sobre su vida.

Esta violencia contra las mujeres, y hacia todas las personas que se salen de la norma, es el cruel y trágico reflejo de una enfermedad que nos destruye como sociedad. Una sociedad hetero-patriarcal, racista y capitalista que no deja crecer libremente a las personas, independientemente de que sean mujeres u hombres o lo que deseen o sientan. Para acabar con ella, solo existe una vacuna, un solo camino: la igualdad y el feminismo.

En estos 14 años, reconocemos avances y cambios importantes en todo el Estado y en Navarra en materia de violencia machista, gracias al inmenso trabajo del movimiento feminista. Ahora en julio de 2022 creemos que se deben seguir revisando los protocolos de actuación ante las violencias machistas, que se desarrolle, aplique y amplié la Ley de Libertad Sexual (no se trata solo de consentir. ¡Se trata de desear!) y la creación del centro de atención integral 24 horas a la violencia sexual en Navarra, que debe de llamarse, sí o sí, Nagore Laffage. Los delitos contra la libertad sexual han crecido en el Estado español un 27%, cerca del 30% en Asturias, Navarra, Extremadura y Castilla-La Mancha. Día sí y día también nos despertamos, estremecemos. Nos indignamos y enfadamos con algún dato relacionado con la violencia sexual, versus, violencia machista hacía las mujeres. De todas las edades, en todos los lugares y cada vez más violaciones en grupo o con componentes más duros, con crueldad extrema donde se busca demostrar el ejercicio de poder sobre el cuerpo de las mujeres y la cosificación de los mismos, considerándonos un mero objeto, algo menor inferior, propiedad particular que no tiene derecho a decir ni decidir sobre su vida y su cuerpo. Como dice Rita Segato: “La violación no es un acto sexual, es un acto de poder, de dominación, es un acto político”.

El feminismo y la sociedad navarra lleva 14 años diciendo en las calles y en todos los lugares que no queremos un sexo encorsetado en las fronteras patriarcales que quiere que los hombres sean incapaces de imaginar otro sexo que no sea el de la mujer complaciente a la que le gusta exactamente lo mismo que a ellos. Y que vean jolgorio o diversión en una violación. Que quiere que olviden que nosotras también somos sujetos sexuales, pensantes y sintientes y sobre todo deseantes. Que tenemos un deseo propio y queremos un placer propio. Estamos hartas de que a una mitad le toque placer, y a la otra complacer. De que nuestro cuerpo sea mirado como un contenedor. Porque solo el sí es sí. Hemos denunciado la desprotección legal ante la violencia sexual. Hemos pedido la ley de “solo el sí es sí” para que se trabaje de manera integral, desde la justicia, pero sobre todo desde la educación afectivo sexual y feminista. Con medidas diversas e integrales, incluida la autodefensa feminista y el trabajo con chicos. La coordinación de recursos y protocolos en los que se dé la voz y reconocimiento al movimiento feminista.

Queremos volver a recordar que nuestro objetivo principal, además de acabar con el sistema heteropatriarcal, es que ninguna mujer se sienta sola, siendo atendida en todo lo que necesite, respetando su derecho a la intimidad y decisiones. El derecho de las mujeres a decidir y poder decir no. El derecho a disfrutar en igualdad de todos los espacios y ámbitos de la vida incluidos las fiestas, la calle y la noche. Por eso, ahora, en Navarra, insistimos, toca abrir de inmediato un recurso fundamental para una buena atención a las supervivientes de la violencia sexual: el centro de crisis contra la violencia sexual con atención integral las 24 horas. El dinero ya está concedido por parte del Ministerio de Igualdad. Esperamos y deseamos que sea una realidad en breve.

Han sido 14 años junto a tu madre, Asun, embajadora de Lunes Lilas en todos los platos del mundo. Con Javier, tu hermano y con la dolorosa pérdida de Txomin Laffage. Con las gentes de Irun y toda tu familia, Nagore. A quienes agradecemos su constancia y valentía. Han estado contra viento y marea. No os podemos devolver a Nagore, pero sí seguir apoyándoos difundiendo su voz y recordaros que para la mayoría de la ciudadanía de Iruña Nagore fue asesinada y pedimos justicia y reparación. No te olvidamos. Y contigo al resto. Porque no queremos que tu memoria, la de ninguna, sea borrada e ignorada. Nunca más a ninguna otra mujer. Y en este camino nos han ido acompañando grupos feministas, las peñas y otros colectivos que una vez más demuestran su compromiso con una vida libre para todas las personas. También las instituciones y los medios de comunicación. ¡Felices fiestas 2022! Estos Sanfermines, disfrutad a tope cada cual como le guste, pero siempre en base a unas relaciones libres de agresiones sexistas, homófobas o racistas.