Ahora que las fiestas han concluido, ya podemos confirmar, a mi modo de ver, que el enclave elegido para las ferias fue un error. Pocas atracciones, todas excesivamente juntas, cables por el suelo, generadores… y sobre todo poca afluencia de tudelanos y malestar de éstos y de los feriantes. Hablo con mucha gente y este año no conozco a nadie que me haya dicho que acudió con sus hijos a las ferias más de dos días, o que me haya dicho que están bien ubicadas o que estaban mejor que otros años. Un desastre. Toca ahora intentar solucionar el tema para el año que viene, harto difícil porque el lugar ideal es, y seguirá siendo, el paseo del Prado. Y esto me lleva a varias preguntas y reflexiones:

La primera: ¿Por qué la Confederación Hidrográfica del Ebro menosprecia y actúa con este agravio comparativo a Tudela en comparación con otras ciudades, donde el rio está integrado en la urbe y por lo tanto puede tener más riesgo de inundación? ¿Es coherente prohibir en Tudela, en pleno julio, instalar una semana el recinto ferial por miedo a inundaciones?

Segundo: Sabiendo desde el año anterior, que el paseo del Prado estaba en obras y que la CHE no iba a dejar instalar las ferias, no entiendo por qué no se decidió un lugar adecuado para su instalación a lo largo de todo el año.

Tercero: El paseo de Pamplona y el barrio de la Azucarera han soportado los ruidos, basuras, afluencia de gente, etc, de las ferias durante años y no recuerdo que sus vecinos se hayan quejado nunca o que recogieran firmas. Siempre se priorizó el interés general. No entiendo que otros barrios lo hagan y menos que se les haga caso. Al igual que en el Casco Viejo, la plaza Nueva o el primer tramo del paseo del Queiles, hay bares, hay ruido, hay suciedad y hay música alta hasta las tantas y se tiene asumido. Al igual que en el Queiles en la semana de Carnaval hay un pequeño recinto ferial, en el Barrio de Lourdes se instalan barracas en alguna calle en sus fiestas o en Halloween se llena el barrio de la Azucarera de niños llamando a las puertas y se tiene interiorizado, no entiendo por qué otros barrios se quejen de tener las ferias lejos pero no las quieren albergar. Por eso creo, que si por cercanía, por comodidad, por la prohibición de la CHE, el recinto ferial se tiene que ubicar en el paseo de los Poetas, en las cercanías del Elola o en el lugar que se estime oportuno, tendríamos que aceptarlo, ya que son 7 días de fiesta y debería primar el interés de todos.

Cuarto: Considero que, si al final el recinto ferial se instala en las afueras, el transporte a ese lugar debe ser gratuito, ignoro si lo tendría que sufragar el Ayuntamiento o los feriantes. Ya cuestan las atracciones lo suficiente, a mi modo de ver demasiado, como para que los niños, padres o abuelos tengan que pagarse el transporte al recinto cada día que acudan a él. Asimismo el trayecto debería contar con personal de seguridad para los usuarios, muchos de ellos jóvenes, que puedan ir andando a citado recinto.