Ongi etorri Nafarroara!

Este 2023 que está llegando a su fin ha sido un año especialmente aciago en lo que a migraciones se refiere. El Estado español ha recibido un flujo enorme de personas migrantes y ha tenido momentos críticos en los que se ha llegado a hablar de crisis migratoria. Europa ha convenido en la urgencia de atender una realidad cada vez más crítica, que pone a los estados miembros frente al espejo. La propia Unión se ha dado de bruces con sus debes en un problema sin resolver al que flaco favor le hace la norma nacional e internacional, y que afecta de lleno al desarrollo y la convivencia de la sociedad europea del siglo XXI.

La Unión ha comprendido, entre otras cuestiones, que los países que reciben mayor flujo de personas migrantes necesitan administraciones lo suficientemente fuertes para procurar una acogida y una posterior integración e inclusión social dignas. Políticas públicas garantes de derechos, de todos los derechos para todas las personas.

Ante el aumento de los flujos migratorios en el mundo, en el año 2000 la Asamblea General de la ONU proclamó el 18 de diciembre como el Día Internacional del Migrante, con la finalidad de impulsar el intercambio de experiencias y oportunidades de colaboración por parte de los países y regiones, ante las dificultades de la migración internacional.

Con la creación de esta efeméride se pretendió visibilizar los retos, dificultades y adversidades que deben afrontar las personas migrantes en el mundo, así como efectuar un llamamiento a las naciones del mundo para contribuir a que la migración sea un proceso seguro, regular y digno.

Uno de los principales antecedentes en la creación de esta efeméride radica en la adopción de la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todas las y los trabajadores migratorios y de sus familiares, por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 1990. Hace algo menos, en 2016 se generó un paso importante para la migración, ya que Naciones Unidas aprobó un conjunto de medidas que se concretaron en la Declaración de Nueva York sobre Refugiados y Migrantes. Esta declaración reconoce la labor positiva de las personas migrantes y se compromete a proteger su seguridad, dignidad, libertad y derechos humanos.

La migración humana está referida a los procesos de migración voluntaria o forzada de personas de su país de origen o residencia, de manera permanente o temporal. El principal motivo de la migración es la posibilidad de mejorar la calidad de vida para migrantes y sus familias, así como superar las desigualdades económicas, sociales y demográficas de sus países de origen: hambre, pobreza extrema, desempleo, conflictos bélicos, persecuciones por motivos políticos, ideológicos o religiosos; cambio climático y catástrofes naturales. También influye el hecho de que los países más desarrollados, según aseguran los contratadores, requieren de mano de obra que difícilmente pueden cubrir con residentes locales. Esto es positivo y clave para el desarrollo de nuestra comunidad, ya que al aumentar la población activa y el número de consumidores y aportar su capacidad empresarial, los migrantes impulsan el crecimiento económico en los países de acogida.

Paradójicamente, las políticas migratorias restrictivas impuestas por los países aunado a las manifestaciones de xenofobia han limitado tales procesos, contribuyendo al incremento del fenómeno social de las “personas ilegales” o “sin papeles”. En Europa hoy hay más de 2.000 km de muros fronterizos, y hay más flujos que nunca. Los muros no detienen la migración, solo la convierten en ilegal y la complican al extremo, llevando a millones de personas a emprender rutas peligrosas año tras año.

Hoy uno de los principales muros es la propia Ley de Extranjería, que deberíamos derogar más pronto que tarde. Junto a ello, en Geroa Bai creemos necesario trabajar en el diseño de medidas y en la elaboración de políticas con anticipación, de forma sosegada, rigurosa, con base en datos de afluencia y movimientos migratorios, que permitan dar respuesta integral a esta cuestión: Navarra tierra de acogida sí, pero tierra de acogida con garantías: con garantía de inclusión.

Por ello, el lema para 2023 en el Día Internacional de las personas Migrantes es: “Por el bien de todos y todas, gestión humana y ordenada de la migración”. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reafirma su compromiso de promover una gestión humana y ordenada de las migraciones en beneficio de todas y todos, de las comunidades de origen, de destino y de tránsito.

A la par, parece más que probable que entre hoy y mañana asistamos a la aprobación por parte de la Unión Europea del Pacto de Migración y Asilo. Tras casi ocho años debatiendo sobre medidas que deben responder mejor a los retos de la migración y el asilo, nos encontramos en un momento clave para alcanzar un acuerdo definitivo sobre los principios de “la responsabilidad y la solidaridad”, tal y como recogen los Tratados.

La migración como proceso promueve la dignidad, ofreciendo a las personas que hayan tomado la decisión de migrar de manera voluntaria o por una causa de fuerza mayor la posibilidad de protegerse, liberarse o ponerse a salvo de situaciones y circunstancias externas que atenten contra su integridad.

Se debe establecer como prioridad dignificar la migración, ofreciendo un trato digno y respetuoso a los migrantes sin discriminación alguna, con respeto a la diversidad y la inclusión social.

Y es precisamente ahí donde nos queremos detener. En saber si es realmente esta una prioridad de este Gobierno de Navarra. Para Geroa Bai lo es. Y el Gobierno del que formamos parte ha de ser necesariamente reflejo de este compromiso. Trabajaremos con todo lo que tengamos a nuestro alcance y con todo el empeño por poder decir con orgullo, a todas las personas que lleguen a nuestra tierra: Ongi etorri Nafarroara!

La autora es parlamentaria foral de Geroa Bai